Es posible que la nota no Ser el barista más rápido del mundo, pero es impresionante… para un robot.
Recientemente vi cómo Memo, un nuevo robot doméstico de una empresa llamada Sunday Robotics, preparaba café en una cocina abierta en Mountain View, California.
Memo parece sacado de Wall-E, con un cuerpo blanco reluciente, dos brazos, una cara amigable de dibujos animados y una gorra de béisbol roja. En lugar de usar piernas como lo haría un robot totalmente humanoide, Memo se mueve usando una plataforma con ruedas y cambia su altura deslizándose hacia arriba y hacia abajo por una columna central encima de esa plataforma.
El robot respondió a una solicitud de un espresso rodando sobre una encimera y luego usando dos manos en forma de pinzas para realizar lentamente cada paso necesario para operar una máquina de espresso. Llenó el portafiltro con café molido, los apisonó, colocó el portafiltro en su lugar y colocó una taza de café debajo, presionó los botones necesarios para encender la máquina y finalmente recuperó la bebida caliente.
“Queremos construir robots que liberen a las personas de lavar la ropa, de los platos y de todas las tareas domésticas”, me dijo Tony Zhao, cofundador y director ejecutivo de Sunday Robotics, mientras el robot acercaba el café a la persona que lo solicitaba.
Puede que preparar una taza de espresso no parezca espectacular, pero la hazaña es ridículamente difícil de realizar para un robot en una cocina real y desordenada. Requiere la capacidad de identificar diferentes objetos, descubrir cómo agarrarlos de manera confiable y utilizarlos correctamente. Sunday no solo construye su propio hardware, sino que también entrena los modelos que permiten que su sistema aprenda. “Creemos que la forma de crear un robot doméstico es que sea completo y se integre verticalmente”, afirma Zhao. “Y eso es algo muy ambicioso”.
Cortesía de Sunday Robotics








