Las propuestas del PPE, si se aprueban como ley, elevarían significativamente los umbrales para el tamaño de las empresas que estarían sujetas a las normas de diligencia debida y presentación de informes de sostenibilidad corporativa, y sólo tendrían que cumplirlas aquellas con 1.750 empleados e ingresos de 450 millones de euros al año. La Comisión había propuesto fijar el umbral en 1.000 empleados.
También eliminaría los requisitos para que las empresas tengan planes de transición al cambio climático según las normas de diligencia debida.
“Todos sabemos que puede aprobarse con el bloque de derecha”, dijo un eurodiputado del PPE, que pidió el anonimato para hablar con franqueza. “Es lo que es.” Sin embargo, los funcionarios señalaron que todo el expediente podría fracasar si no hay suficientes eurodiputados de extrema derecha que apoyen la posición del PPE.
Pero el grupo de extrema derecha de los Patriots ya está aplaudiendo.
“Hemos ganado… el PPE no tiene otra opción que votar a favor de las enmiendas que propusieron, que en realidad son una copia y pega de las que los Patriots y otros grupos de derecha acordaron el mes pasado”, dijo la eurodiputada francesa Pascale Piera, negociadora del expediente en nombre de los Patriots.
Los Socialistas y los Verdes acusan al PPE de ni siquiera intentar entablar conversaciones constructivas. El negociador del PPE, Warborn, se ha negado a reunirse con los eurodiputados que lideran las negociaciones en nombre del Grupo S&D, Renew y Los Verdes en la misma sala.
“Hemos propuesto varias opciones para el PPE, y avanzamos en su dirección”, dijo la eurodiputada verde Kira Marie Peter-Hansen. “Me parece indignante que el PPE cierre la puerta a una solución proeuropea, negándose durante semanas a reunirse con los tres grupos democráticos, y en lugar de ello se alíe con la extrema derecha”.
