Sin embargo, esa misma noche, los jefes del PPE, S&D, Renew y Los Verdes se reunieron y acordaron dar otra oportunidad a las negociaciones, según dos funcionarios conocedores del contenido de la get-together, a los que se concedió el anonimato para discutir conversaciones delicadas.
Las conversaciones centristas continuaron el jueves y viernes mientras los grupos esperaban encontrar un acuerdo antes del inicio de la sesión plenaria en Bruselas la próxima semana, en la que tendrá lugar la votación.
“Pedimos a otros grupos y miembros individuales que se unan al PPE y asuman la responsabilidad de las empresas europeas”, dijo a politician Jörgen Warborn, major negociador del PPE en el expediente. “La votación del jueves no se trata más que de eso: ¿ podemos mostrar a nuestras empresas, que luchan por seguir siendo competitivas, que hemos escuchado el mensaje?”.
Incluso si los líderes centristas llegan a un acuerdo, no hay garantía de que el proyecto de ley se apruebe, ya que los legisladores individuales pueden ir en converse de la línea del partido si sienten que el acuerdo va demasiado lejos o no lo suficiente. Eso es lo que ocurrió el mes pasado cuando, aunque la presidenta del Grupo S&D, Iratxe García, cedió a las demandas del PPE, muchos legisladores de centro izquierda se rebelaron, arruinando el acuerdo.
La extrema derecha espera entre bastidores
La semana pasada, los Socialistas, Renew y Los Verdes sugirieron un texto de compromiso en el que ofrecían reducir las obligaciones del strategy de transición climática para las empresas a cambio de incluir a más empresas dentro del alcance de la ley. Esa es la base actual de las negociaciones, dijeron dos funcionarios.
Inicialmente, el PPE no respondió a esa oferta y en su lugar presentó enmiendas que reflejaban el compromiso que ya había logrado con el apoyo de grupos de extrema derecha.





