Los Demócratas 66 de Jetten han visto una duplicación de su popularidad, desde los 11 escaños proyectados a finales de septiembre hasta alcanzar el mismo nivel que los gigantes de extrema derecha Partido por la Libertad (PVV) y Verde-Izquierda-Laborista el martes pasado por la noche, con 23 escaños cada uno, y por delante de los Demócratas Cristianos, que están a la zaga con 19 escaños.

Los Países Bajos han mantenido tradicionalmente una postura conservadora sobre la reforma de los tratados y se han opuesto a dejar de lado la unanimidad entre los países como requisito para algunas decisiones clave, como permitir la entrada de nuevos miembros al bloque.

Los holandeses, que son conocidos por dar forma a los debates, también han sido tradicionalmente frugales y, en general, se oponen a los préstamos conjuntos de la UE.

Especialmente en el último año, cuando su gobierno incluía un tinte de extrema derecha euroescéptica, los Países Bajos han mantenido a Bruselas a distancia, incluso pidiendo una exclusión voluntaria de la política migratoria del bloque, aunque se han mantenido sincronizados en otros temas, como las sanciones a Israel y el apoyo militar a Ucrania.

Quiero que los Países Bajos vuelvan a desempeñar el papel de hacedores de reyes en Europa”, afirmó Jetten. Solíamos desempeñar ese papel. Y cuando lo hicimos, fue para mejor”, añadió.

Europa debe transformarse en una “potencia global democrática” seria, continuó Jetten. “Eso significa darle a la UE el poder y los recursos para hacer lo que los ciudadanos de toda Europa le piden: defender nuestro territorio contra la agresión de Putin, hacer crecer la economía, proteger el clima”.

Fuente