Para los legisladores que han luchado durante años para que se les dé la misma consideración que los líderes nacionales en el Consejo Europeo, el espectáculo de von der Leyen prometiendo humildemente tener en cuenta sus puntos de vista es una victoria. Coincide con la reciente revisión del acuerdo marco entre la Comisión y el Parlamento, que dio a la asamblea electa un poco más de supervisión sobre la Comisión, algo útil para que la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, mostrara las modestas concesiones que obtuvo, y aún más útil para que Von der Leyen demostrara a los eurodiputados que se preocupa por ellos.

“Los eurodiputados están aumentando constantemente su control sobre la legislación al obligar a la Comisión a cumplir con sus obligaciones convencionales”, dijo Andrew Duff, ex legislador europeo y coautor del Tratado de Lisboa de la UE. “Esto es mucho más importante que fingir mociones de censura”.

guantes para niños

Pero para von der Leyen, que también está luchando contra el rechazo de líderes de la UE como el canciller alemán Friedrich Merz por sus planes de construir un “muro de drones” para defenderse de las incursiones aéreas rusas, el Parlamento más asertivo es un problema, porque tiene que luchar en dos frentes para mantener su agenda en marcha.

El lunes prestó atención a la nueva dinámica de poder cuando, respondiendo a las críticas de los líderes de extrema derecha y extrema izquierda que presentaron las mociones en su contra, adoptó un tono conciliador.

Atrás quedaron las notas desafiantes de su discurso ante el Parlamento en julio, cuando acusó a los patrocinadores de una moción de censura de ser títeres del presidente ruso Vladimir Putin. Esta vez von der Leyen llevaba guantes de seda.

El legislador alemán René Repasi dijo a POLITICO que el grupo podría presentar su propia moción de censura en los próximos seis meses, a menos que Ursula von der Leyen. | Martin Bertrand y Hans Lucas/Getty Images

Las quejas del Parlamento “provienen de una preocupación genuina y legítima”, dijo.

El tono más suave puede tener que ver con la comprensión de que no son sólo los políticos marginales la que la desafían, sino también miembros de su propia tribu política. Las mociones no sólo dañaron la imagen de von der Leyen sino que también dieron a sus aliados socialistas y liberales una oportunidad perfecta para expresar sus frustraciones, mostrando a Europa que Bruselas no es inmune a la inestabilidad política que golpea al continente.

Los Socialistas y Demócratas, por ejemplo, han redoblado sus demandas, y el destacado legislador alemán René Repasi dijo en el podcast EU Confidential de POLITICO que von der Leyen tiene seis meses para cumplir sus promesas al grupo, o podría presentar su propia moción de censura.

Fuente