Pero parece que su alegría puede durar poco, ya que el Reino Unido se prepara para reajustarse a las normas de salud animal y vegetal de la UE, conocidas como medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF), según los términos del acuerdo de “reinicio” entre el Reino Unido y la UE. Esto significaría efectivamente volver a adoptar los controles de los cítricos de la UE, que se han vuelto aún más estrictos en los años transcurridos desde el Brexit.
Desde 2022, la normativa de la UE exige a los exportadores de cítricos sudafricanos someter las frutas a tratamientos de enfriamiento para limitar la propagación de plagas y enfermedades, como la falsa polilla de la manzana y la mancha negra de los cítricos, además de proporcionar un certificado fitosanitario.
Sin embargo, estas medidas han tenido un costo significativo para los exportadores, quienes dicen que el tratamiento de enfriamiento aumenta el riesgo de deterioro, particularmente para la fruta orgánica.
Desde entonces, el gobierno sudafricano ha iniciado dos procedimientos separados de solución de disputas en la Organización Mundial del Comercio contra las regulaciones de la UE, argumentando que no son científicas, discriminatorias y protegen principalmente a los productores de cítricos españoles.
Mientras tanto, la UE sostiene que sus medidas de control de plagas son necesarias y científicamente sólidas, citando recientes intercepciones de plagas en envíos sudafricanos.
Ante la perspectiva de que el Reino Unido se adhiera ahora a las normas sanitarias y fitosanitarias de la UE (y potencialmente se involucre en una amarga disputa en la OMC), los exportadores sudafricanos están inquietos.