“La prohibición del hijab reforzaría la imparcialidad, la igualdad y la universalidad del servicio público dentro de la Unión, enviaría una fuerte señal de apoyo para empoderar a todas las mujeres que actualmente viven bajo la opresión islámica y garantizar que el Parlamento Europeo sirva como un ejemplo neutral para los estados miembros, la sociedad civil y otras organizaciones internacionales”, dice la carta obtenida por Politico.
“Desde una perspectiva práctica, las prendas que cubren la cabeza y el cuello complican la detección e identificación de seguridad, agregando riesgos operativos que están ausentes cuando los símbolos religiosos más pequeños se usan discretamente”, dice la carta.
Otros legisladores están menos que impresionados con la idea.
“Esta propuesta no es más que una distracción islamofóbica”, dijo Martin Schirdewan, copresidente de la izquierda. “En lugar de abordar los desafíos reales que enfrentan los europeos: la creciente desigualdad, el colapso climático, la inseguridad de la vivienda y la erosión de los derechos de los trabajadores, los políticos de extrema derecha están apuntando a la ropa de las mujeres musulmanas para avivar el miedo y la división”.
Hana Jalloul Muro, eurodiputada para la alianza progresiva de socialistas y demócratas, dijo que estaba “conmocionada” por la propuesta, criticando la carta por “atacar a las trabajadoras, llenas de odio, sexismo e islamofobia.
“Es una pena presenciar un asalto a la libertad de religión, un derecho universal, dentro de las instituciones europeas”, agregó. “Estamos aquí para dar un ejemplo, definitivamente no es la Europa de los valores”.