Jørgensen confirmó que el primer plan de la UE para asumir la crisis, que se espera que se presente a finales de este año, incluirá una revisión de las reglas de ayuda estatal, lo que permite a los gobiernos nacionales utilizar fondos públicos para construir casas para europeos de clase media a un precio del mercado.
Como el efectivo público solo será insuficiente, el comisionado explicó que estos fondos deberán combinarse con inversión privada. Destacando que tales inversiones necesitan “equilibrar el rendimiento constante con la responsabilidad social”, dijo que la comisión estaba trabajando con el Banco Europeo de Inversiones y otras instituciones financieras para garantizar que los hogares construidos a través de esquemas públicos-privados sean realmente asequibles.
Además de las medidas destinadas a reducir la UE bizantina y las reglas nacionales que retrasan la construcción de nuevas viviendas, Jørgensen anunció que el próximo plan también se dirigirá a alquileres a corto plazo.
La conversión del stock de viviendas en pisos turísticos se ve como un factor principal En el aumento de los costos, con las autoridades que se mudan para prohibir estas propiedades por completo en lugares como Barcelona. El Comisionado prometió abordar el tema “complejo” “firmemente pero justo”.
“Esta crisis presenta una prueba definitoria para nuestra democracia europea”, dijo Jørgensen. “Es una pelea que no podemos permitirnos perder”.