El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo que el déficit ya ha provocado la pérdida de 300 puestos de trabajo.
Publicado el 10 de diciembre de 2025
El principal funcionario de derechos humanos de las Naciones Unidas dice que su oficina está teniendo dificultades para operar después de importantes recortes de fondos por parte de los gobiernos donantes, incluso cuando los abusos contra los derechos aumentan en todo el mundo.
Volker Turk, alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, dijo el miércoles que la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos tiene 90 millones de dólares menos de lo que necesita este año. Dijo a los periodistas que el déficit ya ha provocado la pérdida de 300 puestos de trabajo y ha reducido la capacidad de la organización para monitorear las violaciones en todo el mundo.
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“Nuestros recursos han sido recortados, junto con la financiación para organizaciones de derechos humanos, incluso a nivel de base, en todo el mundo”, dijo Turk. “Estamos en modo de supervivencia”.
Los gobiernos donantes, incluidos Gran Bretaña, Países Bajos y Suecia, han retirado las contribuciones y la ayuda de la ONU al priorizar la defensa y el gasto interno. Una reducción significativa también provino de Estados Unidos, donde la administración del presidente estadounidense Donald Trump ha cuestionado repetidamente el papel de la ONU, retirándose de las agencias de la ONU y apoyando una rescisión del Congreso que eliminó la financiación para organizaciones internacionales, incluida la ONU.
La advertencia de Turk se produce cuando la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que se encarga de la ayuda humanitaria y la respuesta a las crisis, lanza un llamamiento de 23.000 millones de dólares para 2026, al tiempo que enfrenta sus propios recortes, reconociendo que una fuerte caída en el apoyo de los donantes significa que decenas de millones de personas con necesidades urgentes quedarán sin asistencia.
La mayor solicitud es para el territorio palestino ocupado, con 4.000 millones de dólares destinados principalmente a Gaza, donde la guerra genocida de Israel contra el pueblo palestino ha dejado a casi 2,3 millones de residentes desplazados y dependientes de la ayuda. Los funcionarios de la ONU dicen que esa cifra está muy por debajo del nivel de necesidad.
También se está buscando financiación para otras crisis importantes, incluidos 2.000 millones de dólares para las personas desplazadas en Sudán y 1.000 millones de dólares para los refugiados sudaneses que han huido del conflicto allí. Se solicitan otros 1.400 millones de dólares para las comunidades afectadas por la violencia en la República Democrática del Congo, más de 2.000 millones de dólares para apoyo de emergencia dentro de Siria y casi 3.000 millones de dólares para los refugiados sirios.
Para hacer frente a la crisis financiera, Turk dijo que las visitas a los países de expertos de la ONU han sido limitadas y se han reducido las misiones de investigación y de investigación. También se han pospuesto las revisiones del cumplimiento por parte de los Estados de los tratados de derechos humanos de la ONU, cayendo a 103 este año desde 145 anteriormente.
“Todo esto tiene amplios efectos en cadena en los esfuerzos nacionales e internacionales para proteger los derechos humanos”, afirmó Turk.








