La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo que Türkiye ha proporcionado 30.000 tiendas de campaña para familias desplazadas por el prolongado conflicto de Sudán, y lo describió como la donación de refugio en especie más grande que la organización haya recibido para sus operaciones en el país.
En una declaración escrita, la OIM dijo que las necesidades humanitarias continúan aumentando en todo Sudán a medida que los combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) paramilitares entran en su segundo año. La donación, entregada a través de la Autoridad de Gestión de Emergencias y Desastres (AFAD) de Türkiye, tiene como objetivo ayudar a cientos de miles de personas desarraigadas por la violencia y obligadas a buscar refugio en asentamientos superpoblados o improvisados.
“Esta contribución de la República de Türkiye es oportuna y extremadamente valiosa”, afirmó la Directora General de la OIM, Amy Pope. Señaló que muchas familias desplazadas carecen incluso de la protección más básica. Las tiendas de campaña, añadió, permitirán a la OIM y a sus socios ampliar su respuesta en materia de refugios y ofrecer alojamiento temporal más seguro a personas que “han perdido casi todo mientras intentaban reconstruir sus vidas”.
La agencia destacó que la asistencia llega en un momento crítico. Sudán se enfrenta a una de las crisis humanitarias más graves del mundo, con 11,6 millones de personas que necesitan urgentemente apoyo en materia de alojamiento. Actualmente, según cifras de la OIM, sólo se está satisfaciendo alrededor del 9,4% de estas necesidades.
La OIM dijo que la donación de Türkiye desempeñará un papel crucial en la estabilización de las comunidades vulnerables y el fortalecimiento de la respuesta humanitaria más amplia a medida que la crisis se profundiza.
El conflicto, que estalló el 15 de abril de 2023, ha devastado importantes centros de población, incluidas partes de la región de Darfur. El Fasher, la ciudad más grande de Darfur del Norte, quedó recientemente bajo el control efectivo de las fuerzas de RSF después de intensas batallas. Los vídeos compartidos por miembros de RSF muestran a civiles desplazados por la fuerza, así como informes de torturas y ejecuciones extrajudiciales.
La semana pasada, decenas de civiles sudaneses, entre ellos muchos niños, murieron en un ataque con drones paramilitares contra la ciudad de Kalogi, controlada por el ejército, en el estado de Kordofán del Sur de Sudán, confirmaron funcionarios locales.
Según el gobierno estatal, ocho personas, entre ellas seis niños y un maestro, murieron y otras resultaron heridas en el ataque antes de que el número de muertos aumentara a 79 personas.
Pidió a la comunidad internacional y a los grupos de derechos humanos que adopten una postura firme para poner fin a estas violaciones, designar a las RSF como una “organización terrorista” y responsabilizar a sus aliados por lo que describió como “crímenes inhumanos”.
UNICEF condenó el ataque con aviones no tripulados como “una horrible violación de los derechos de los niños”.
En un comunicado, UNICEF dijo que entre las víctimas había más de 10 niños de edades comprendidas entre 5 y 7 años.
“Los niños nunca deberían pagar el precio del conflicto. UNICEF insta a todas las partes a detener estos ataques de inmediato y permitir un acceso seguro y sin obstáculos para que la asistencia humanitaria llegue a quienes la necesitan desesperadamente”, afirmó el Representante de UNICEF en Sudán, Sheldon Yett.







