El proyecto Türkiye libre de terrorismo fue iniciado por el Estado turco para abordar tanto la cuestión del terrorismo como la cuestión kurda en el país. Fue propuesto por primera vez por Devlet Bahçeli, líder del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), socio menor de la coalición gobernante. El proyecto fue adoptado posteriormente por la dirección del Partido Justicia y Desarrollo (Partido AK). Al proceso se sumaron diferentes instituciones estatales. Finalmente se convirtió en un proyecto estatal.

El proyecto tiene como objetivo la transformación de la perspectiva política turca en dos niveles diferentes. A nivel nacional, su objetivo es “consolidar el frente nacional”, según explicaron funcionarios turcos. El principal objetivo del proyecto es deshacerse de una de las fallas políticas más activas del país, el problema kurdo.

A nivel regional, pretende erradicar el terrorismo de Oriente Medio para crear una región libre de terrorismo, ya que el PKK y sus ramas están activas no sólo en Türkiye sino en varios países de la región. En otras palabras, Türkiye ha estado luchando para poner fin a la inestabilidad política en toda la región. Es bien sabido que los actores violentos no estatales constituyen la segunda amenaza más importante a la independencia política y la integridad territorial de los estados regionales, justo después de las intervenciones de las potencias globales.

Por otro lado, el proyecto está diseñado para resolver los problemas políticos turcos en dos fases diferentes. Se percibe y planifica como un proceso gradual. En la primera fase, pretende poner fin a la violencia y el terrorismo en el país. Por lo tanto, el único actor con el que las instituciones estatales negocian en el proceso es el PKK y sus afiliados. Aunque no hay negociación con el PKK, el Estado negocia la gestión del proceso con el PKK.

Durante la segunda fase, el Estado pretende iniciar una transformación política a gran escala a través de discusiones con diferentes actores políticos y sociales. La coalición gobernante intentará alcanzar un consenso en el Parlamento para aprobar las resoluciones necesarias para finalizar el proceso. De hecho, se espera que el problema kurdo se resuelva en el contexto de un proceso de democratización a gran escala. Por lo tanto, se espera que diferentes actores sociales y políticos contribuyan al proceso.

Desafíos que enfrenta el proceso

Hay muchos desafíos que enfrenta el proceso en curso. Diferentes actores y dinámicas internas y externas intentan impedir el buen avance del proceso. Los actores que se oponen al proceso han estado explotando cada pequeño detalle para detener el proceso. También intentan instrumentalizar cada acontecimiento para criticar a las autoridades y obligarlas a abandonar el proceso. Cuanto más se acerca, más intervenciones se presencian. A continuación, subrayaré algunos de los acontecimientos que aprovecha la oposición.

Uno de los acontecimientos recientes que fue aprovechado por la oposición y algunos círculos políticos fue la reunión con el cabecilla encarcelado del grupo terrorista PKK, Abdullah Öcalan. El Comité de Solidaridad Nacional, Hermandad y Democracia, establecido por el presidente del Parlamento, Numan Kurtulmuş, decidió enviar una delegación a la prisión de Imrali para reunirse con Öcalan. Sin embargo, varios partidos políticos, incluido el principal partido de la oposición, el Partido Popular Republicano (CHP), se negaron a enviar un miembro al comité. Fueron más allá y declararon que reunirse con Öcalan era inaceptable.

Después de que la delegación visitara Öcalan, varios grupos y partidos políticos exigieron que las autoridades revelaran todas las notas de la reunión. Sin embargo, está claro que solicitar la publicación completa de las notas de negociación significa efectivamente pedir la terminación del proceso. Una vez divulgadas, ciertas declaraciones hechas por los participantes podrían fácilmente ser mal utilizadas o sacadas de contexto. En otras palabras, la demanda no es inocente; su objetivo es distorsionar el proceso.

Otro acontecimiento que fue aprovechado por algunos círculos políticos fue la visita de Mesut Barzani a Şırnak para asistir a un evento académico en conmemoración del renombrado poeta kurdo Molla Jazari. Algunos grupos respaldados por la oposición exageraron la visita e intentaron provocar que el público se levantara contra el proceso mediante el uso de imágenes compartidas en las redes sociales. Quienes ponen demasiado énfasis en estos acontecimientos están tratando de detener el proceso.

Kurtulmuş pidió a los partidos políticos representados en el Parlamento que preparen informes y los presenten al comité. Algunos partidos políticos de la oposición, incluido el CHP, presentaron sus informes. El contenido de los informes fue sorprendente, ya que se centraban exclusivamente en el proceso político, más que en el proceso militar. Han estado tratando de subrayar los factores que se espera que sean discutidos durante la primera fase del proceso. Es sabido por todos que la primera fase del proceso se centra en poner fin al uso de la violencia y el terror. La segunda fase del proceso se centra en la resolución de problemas políticos. Preguntar por la resolución de los problemas políticos significa detener el proceso.

Cuanto mayor es la posibilidad de resolver el proceso, más intentan intervenir quienes se oponen al proceso para detenerlo. Al comienzo del proceso, quienes se oponían a él permanecieron en gran medida indiferentes, asumiendo que finalmente fracasaría por sí solo. Algunos incluso expresaron apoyo político condicional. Sin embargo, a medida que crecieron las expectativas de una solución, comenzaron a intervenir directamente en el proceso. Desde entonces, han intentado sabotearlo.

En definitiva, los partidos políticos de oposición adoptan posiciones diferentes respecto de la iniciativa Türkiye libre de terrorismo. Algunos partidos y grupos se oponen al proceso. Por diversos motivos, no quieren que se resuelva el asunto. Representan la política de negación del pasado. El segundo grupo quiere que el problema se resuelva exclusivamente bajo su propio liderazgo, principalmente para poder obtener ventajas políticas del proceso. El tercer grupo quiere que el problema sea resuelto, pero no por Erdoğan y su equipo. Este grupo no desea que Erdoğan salga fortalecido del proceso. El cuarto grupo apoya la resolución del problema sin ninguna condición. Desafortunadamente, los primeros tres grupos que representan a la oposición nacional intentan desafiar el proceso y aprovechar cada oportunidad para crear barreras para detenerlo.

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