El primer ministro británico Keir Starmer (der.) y el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, ayer en Londres / AFP

Un alto funcionario de la Unión Europea advirtió ayer a Estados Unidos que no interfiera en los asuntos de Europa y afirmó que sólo los ciudadanos europeos pueden decidir qué partidos deben gobernarlos.

Las declaraciones del presidente del Consejo Europeo, António Costa, son una respuesta a la nueva estrategia de seguridad nacional del gobierno estadounidense, que se publicó el viernes y describe a los aliados europeos como débiles al tiempo que ofrece un apoyo tácito a partidos políticos de ultraderecha.

El documento, que fue elogiado por Rusia, formaliza por escrito meses de críticas del gobierno de Donald Trump a la política de la Unión Europea (UE) y las restricciones percibidas a la libertad de expresión que comenzaron con una conferencia a los aliados europeos en Alemania en febrero por el vicepresidente estadounidense JD Vance.

Es “bueno” que la estrategia describa a los países europeos como un aliado, señaló Costa, pero “los aliados no amenazan con interferir en las elecciones políticas internas de sus aliados”.

“No podemos aceptar la amenaza de interferencia en la vida política europea. Estados Unidos no puede reemplazar a los ciudadanos europeos en la elección de cuáles son los partidos buenos o malos”, expresó en París en declaraciones ante el Instituto Jacques Delors, un centro de estudios.

Fabian Zuleeg, director ejecutivo del instituto de investigación European Policy Centre, dijo que los partidos nacionalistas estridentes en Europa se envalentonarán por el documento de estrategia e “intensificarán los esfuerzos para desmantelar la UE desde dentro”.

“Las fuerzas liberales proeuropeas necesitan finalmente despertar: el Estados Unidos de Trump no es un aliado, sino un adversario de las libertades y valores fundamentales de Europa. Su objetivo es reemplazar nuestro sistema democrático con el populismo liberal ahora arraigado en Estados Unidos”, explicó Zuleeg.

La estrategia criticó la política europea de libertad de expresión y migración. Los aliados de Estados Unidos en Europa enfrentan la “perspectiva de un borrado civilizacional”, decía el documento, planteando dudas sobre su fiabilidad a largo plazo como socios estadounidenses.

El documento se conoce mientras Estados Unidos busca poner fin a la guerra de casi cuatro años de Rusia en Ucrania, un objetivo que la estrategia de seguridad nacional dice que es de interés vital para el gobierno estadounidense. Pero el texto deja claro que Washington quiere mejorar su relación con Rusia después de años de que Moscú fuera tratado como un paria global y poner fin a la guerra es un interés central de Estados Unidos para “restablecer la estabilidad estratégica con Rusia”.

En tanto, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski se reunió ayer con los líderes de Francia, Alemania y Reino Unido en Londres, en medio de lo que los aliados europeos describieron como un “momento decisivo” en el esfuerzo liderado por Estados Unidos para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. El primer ministro británico, Keir Starmer, mantuvo conversaciones con Zelenski, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Friedrich Merz, en su residencia oficial en el número 10 de Downing St., para intentar fortalecer la posición de Ucrania en medio de la creciente impaciencia de Trump.

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