el delirio de palacios, para marcar un gol histórico / n. braicovich
En un clásico que fue cerrado y muy disputado, Estudiantes fue efectivo en una de las chances claras que tuvo para quedarse con el clásico y también con el boleto a la final del Torneo Clausura. Un mal cierre defensivo de Gimnasia, le facilitó la jugada del gol clave.
Sin dudas, fue un duelo donde los espacios fueron reducidos y las ocasiones de peligro fueron muy pocas. Y en un momento de paridad, donde ambos se prestaron la pelota, Estudiantes logró inclinar la balanza a su favor.
A los 17 minutos del segundo, Arzamendia mandó un pelotazo bastante pasado para Cetré por la banda izquierda. En plena corrida del colombiano, Renzo Giampaoli quiso anticipar al delantero con una barrida que terminó siendo fallida, lo que generó que el cafetero se adueñe de la pelota y encare hacia el área.
Una vez que pasó al defensor de Gimnasia, Cetré acomodó la pelota con la diestra y con su pierna izquierda, envió un buscapié letal para Tiago Palacios, quien en completa soledad, definió el gol con un buen zurdazo para el delirio del banco pincharrata.
Más allá del fallo defensivo de Gimnasia, la presión de Cetré se dio en varios pasajes del partido, donde anticipar la salida de Giampaoli y también la de Pintado, fueron parte del plan de juego.
Generalmente, Gimnasia no tuvo fallos en la salida, pero casi en la única jugada en la que cerró mal defensivamente, Estudiantes terminó ganando el partido.
Y la conexión Cetré-Palacios ya ocurrió en Santiago del Estero, donde se dio una jugada parecida en la que el colombiano le dejó servida al nacionalizado uruguayo, para que convierta el gol.
Esta clase de jugadas las trabajó Domínguez junto a su cuerpo técnico e inclusive, el propio Palacios post partido lo dejó en claro. “Lo hablamos con Edwuin lo de la jugada y se nos dio. Ojalá sigamos así”.








