Kicillof ayer en el Mouras con el campeón del TC, Canapino
Se eleva la tensión entre el Gobierno de Javier Milei y el de Axel Kicillof -a quien quizás el Presidente haya elegido como el enemigo a vencer en las urnas en 2027-, ahora por la toma de deuda. El mandatario provincial insiste en la necesidad de obtener el financiamiento y ha salido al cruce de las críticas del Poder Ejecutivo nacional, asegurando que los fondos “no son para financiar déficit” .
El Gobernador logró obtener la aprobación -con intensas negociaciones con “propios” y la oposición- de la Legislatura provincial para concretar la operación de financiamiento. Este paso, aseguran en su entorno- habilita formalmente a la Provincia a buscar fondo para pagar deudas que dejó la administración de María Eugenia Vidal, explican.
Sin embargo, el camino no está despejado. El Gobierno central ha puesto en duda la necesidad del monto solicitado, cuestionando abiertamente los gastos de la administración provincial.
Fuentes de la Casa Rosada indicaron que se está analizando la solicitud y señalaron que, debido a las dudas sobre la gestión de Kicillof, es posible que no se autorice la totalidad del financiamiento requerido.
Frente a las críticas nacionales, Kicillof defendió la urgencia de la operación, insistiendo en que el financiamiento es vital para el sostenimiento de las finanzas de Buenos Aires.
“Quiero ser claro: esta deuda no tiene como objetivo financiar el déficit. Es una herramienta esencial para el refinanciamiento de compromisos ya contraídos y para asegurar el funcionamiento normal de la Provincia”, insistió Kicillof, que ayer fue al autódromo de La Plata, acompañado por el intendente Julio Alak, por la gran final del Turismo Carretera.
La puja se centra ahora en la respuesta que dará el Gobierno nacional, que tiene la potestad de autorizar o vetar la operación. La limitación o la negativa total podría dejar a la Provincia con serias dificultades para honrar sus obligaciones. Se esperan negociaciones para esta semana.






