La familia real en la entrega del Tousin de Oro a la reina Sofia / Web

Estamos finalizando el primer cuarto de este siglo XXI y lo que hoy damos por sentando, alguna vez alguien lo pensó por primera vez.

Hoy nos parece obvio pero, en 1964, cuando Marshal Mc Luhan dijo “El medio es el mensaje” nos sorprendimos. Hoy sabemos que los medios masivos, las redes, las imágenes tienen tanta importancia como el significado. Lo que no sabemos es si él imaginó que la moda también se convertiría en un medio que las grandes damas de la sociedad utilizarían para emitir mensajes contundentes.

Y sí. Nos referimos a Letizia, reina del metamensaje. A ella Mc Luhan no le será ajeno; como a nadie que haya cursado la universidad en los 90, cuando las teorías del gurú canadiense de la comunicación, cobraron vida y fueron base, sustento y propósito para el futuro.

Hagamos un resumen de los hitos comunicacionales que nos dio la reina en este 2025 que estamos despidiendo.

EL INVIERNO EUROPEO

La reina aprovechó el invierno para mostrase con atuendos de marcas globales, nuevas y con un objetivo común: la sustentabilidad. “Sézane, & The other stories” y “Cortana” son algunos de los ateliers que ponen especial hincapié en el reciclado de los materiales, la materia prima menos contaminante y el cuidado de las condiciones laborales en los talleres.

Los complementos de la reina van por el mismo camino. La cartera de la firma “Maison Admire” que lució en la inauguración de ARCO, está realizada con materiales descartables y reciclables que son una alternativa al cuero vegano. La original manija se realiza en 3D y a demanda de manera de evitar la sobreproducción.

Otra cartera especial fue la que le obsequió la firma “Woll4life”, confeccionada con lana de oveja guirra, una raza en extinción. La firma combina el proceso de esquila e hilado ancestral con diseños modernos y glamorosos. La reina, una vez más, ha dado visibilidad a la industria regional.

La reina también apostó al low cost. A Letizia no le habrá pasado desapercibida la noticia de que la firma Dandara había vuelto a fabricar su ropa en España así que incorporó varias prendas a su vestidor como el elegante vestido verde que lució en febrero y que cuesta unos 50 dólares.

Letizia con la Tiara Cartier / Web

LA PRIMAVERA, EN NEGRO Y BLANCO

En funeral del papa Francisco Letizia nos dio una lección de cómo se lleva el luto: íntegramente de negro, sin brillos, con indispensables medias negras y mantilla. Como única joya, un broche perteneciente al lote de joyas históricas de los Borbones.

Pocos días después, en la asunción del papa León XIV, hizo uso del privilège du blanc, un código de vestimenta que autoriza a las reinas católicas a comparecer de blanco frente a los papas. Lo hizo con un vestido de Redondo Brand, blanco purísimo, tal vez demasiado estrecho y sensual. Digamos que con unas calas en la mano bien podría ser el look de una novia reincidente y madura. Pocas gaffes ha tenido Letizia últimamente y esta podría ser una.

Bonus track: mayo mostró el costado más solidario de Letizia. En un acto lució un vestido de Yolanda Yuste, una modista valenciana que había perdido gran parte de su colección en las terribles inundaciones de octubre de 2024. Ya habíamos visto a la reina con atuendos de otras firmas damnificadas. Un compromiso que no necesita de palabras.

EL VERANO ANDALUZ

En junio Letizia visitó Sevilla y con moda andaluza, claro. La reina rescató una pollera de José Hidalgo, diseñador de moda flamenca, que es una de las más bonitas de su armario. Olé por la reina que siempre revaloriza la industria del lugar.

SEPTIEMBRE, MES DE LA MUJER

O por lo menos ese significado le ha querido dar Letizia. La reina asistió a un congreso sobre la trata de personas con un chaleco confeccionado por mujeres que buscan una salida laboral genuina luego de haber ejercido la prostitución contra su voluntad.

Y no solo eso: en su posterior viaje a Egipto, Letizia lució prendas de Dina Shaker, una diseñadora egipcia galardonada internacionalmente y lo combinó con unos aros de Mishka, una cooperativa en la que trabajan 60 mujeres y que cuenta con apoyo español.

OCTUBRE EN CHINA

Las visitas de estado conllevan muchos cambios de vestuario y lucimiento de las damas pero en esta oportunidad Letizia quiso poner en valor el trabajo artesanal al llevar vestidos confeccionados por las modistas del palacio que, puntada a puntada, ya le habían hecho otras prendas. Se nota que es ropa hecha a medida porque le calza a la perfección. No sabemos si fue un acto de rebeldía de la reina eso de irse con ropa artesanal al país de la confección en serie por antonomasia.

Y NOVIEMBRE NOS TRAJO EN BOOM

El pasado 21 de noviembre la reina Sofía recibió de manos de su hijo el Toisón de Oro, la máxima condecoración de los Borbones. Se cumplían, además, 50 años del regreso de la monarquía constitucional a España. En aquel entonces Sofía había roto el luto por la muerte de Franco al lucir un vestido rosa fuscia. El color elegido no le cayó en gracia a todos pero el vestido se convirtió en un símbolo de la nueva España. Por eso no es de extrañar que doña Sofía haya vuelto a vestir de rosa en esta oportunidad. Estaba rutilante con ese vestido de gala con chaqueta ribeteada en hilos de plata. Era, realmente, la protagonista. No sabemos si se pusieron de acuerdo pero la otra reina, Letizia, también fue de rosa, aunque mucho más sencilla. Ninguna opacó a la otra y el color fue para ambas un hallazgo.

Días después hubo gala en palacio. Los reyes recibieron al presidente de Alemania y su esposa. Gran sorpresa de todos fue ver a la reina Letizia con la tiara Cartier, una joya que solo había usado una vez. No está dentro del lote de joyas de la corona sino que, aunque perteneció a la reina Victoria Eugenia, había salido a subasta y el rey Juan Carlos la compró para Sofía, quien la lució muchas veces. Fue una de las pocas joyas que él compró y estamos seguros que lo que menos hubiera deseado es vérsela en la cabeza a Letizia a quien le tiene tirria y la culpa de parte de sus males. La venganza es un plato que se sirve frío, habrá pensado la reina. Y se calzó la Cartier. Un aplauso y a seguir vistiéndose con fundamento.

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