Los fiscales turcos presentaron una acusación formal solicitando hasta 25 años de prisión para nueve sospechosos acusados de utilizar sucursales de Maydonoz Döner, una cadena de restaurantes de döner kebab, para financiar la red del Grupo Terrorista Gülenista (FETÖ), así como de “pertenencia a una organización terrorista armada”, “violando la Ley de Prevención de la Financiación del Terrorismo”, según un anuncio del miércoles.
La acusación, preparada por la Fiscalía General de Ankara, alega que Maydonoz Döner, que está bajo la tutela del Fondo de Seguro de Depósitos de Ahorro (TMSF), sirvió como mecanismo financiero encubierto para los esfuerzos en curso de FETÖ para reconstruir su estructura. Los fiscales dicen que la organización continuó empleando un estricto secreto y comenzó nuevas iniciativas para apoyar a sus miembros luego de medidas enérgicas anteriores.
Según la Oficina de Investigación de Crímenes Terroristas, las sucursales de la cadena en Türkiye se utilizaron para canalizar dinero al grupo y brindar oportunidades de empleo a sus miembros. Los investigadores dicen que los sospechosos mantenían asociaciones oficiales o no oficiales en varios medios de Ankara, mientras que algunos miembros fugitivos de FETÖ en el extranjero supuestamente mantenían participaciones ocultas en ciertas ramas a través de intermediarios.
Los registros financieros citados en la acusación indican que las participaciones en las ganancias se transfirieron periódicamente a personas en el extranjero y que los fondos que ingresaban a Türkiye se disfrazaron como pagos por “compras de productos” mediante facturas falsificadas. Un informe financiero de la Junta de Investigación de Delitos Financieros (MASAK) encontró que un gran número de personas previamente procesadas por cargos relacionados con FETÖ transfirieron dinero a la empresa y que la actividad bancaria de varios sospechosos era incompatible con sus niveles de ingresos.
La acusación también afirma que se recaudaron cantidades importantes de donaciones, o “himmet”, una forma de recaudación de fondos tradicionalmente asociada con el grupo, a través de sucursales de Ankara para apoyar a los miembros. Aunque los socios oficiales de algunos medios no tenían antecedentes penales, los investigadores descubrieron que sus familiares condenados por la FETÖ estaban involucrados en secreto.
Los fiscales dicen que los nueve sospechosos, incluidos Ahmet Mutlu Köylü, Bahadır Tatlıbaş, Cevat Dalli, Ebubekir Torun, Emrah Ak, Hazur Özer, Mustafa Sayın, Mustafa Yavuz Özmen y Tahsin Özbay, utilizaron la aplicación cifrada Signal para la comunicación organizacional y facilitaron transferencias financieras en Turquía, Alemania y Georgia.
La investigación marca uno de los casos de financiación del terrorismo más extensos que involucran a una franquicia de alimentos a nivel nacional en los últimos años.
FETÖ se ha enfrentado a un mayor escrutinio tras el intento de golpe de Estado del 15 de julio de 2016 que mató a 251 personas e hirió a casi 2.200 más. Decenas de miles de personas fueron detenidas, arrestadas o despedidas de empleos en el sector público tras el intento bajo el estado de emergencia.








