La primera dama Emine Erdoğan ha transmitido un poderoso mensaje sobre el papel vital de la familia en el sostenimiento de las sociedades en medio de la dinámica global cambiante durante la Cumbre Internacional Creciendo Europa 2025. El evento, organizado por Diana Nausediene, esposa del presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, reunió a voces influyentes que aspiraban a construir una nueva visión para reforzar las estructuras familiares en todo el mundo.
En un mensaje en vídeo enviado a la cumbre, Emine Erdoğan expresó su convicción de que el evento servirá de inspiración para construir estrategias innovadoras para fortalecer la institución familiar. Extendió su agradecimiento a la anfitriona, Diana Nausediene, por liderar este importante encuentro internacional.
Erdoğan comenzó reflexionando sobre cómo las familias extensas, las celebraciones navideñas compartidas y las comidas multigeneracionales, que alguna vez fueron el sello distintivo de la cohesión social, ya han entrado en el reino de los recuerdos nostálgicos en todo el mundo. Advirtió que esta transformación señala algo más que un simple cambio en los estilos de vida modernos; es el inicio de una realidad posfamiliar cuyos pasos son cada vez más audibles.
Al llamar la atención sobre el papel cada vez menor de la familia como unidad fundamental que organiza la sociedad, Erdoğan destacó tendencias preocupantes, incluida la disminución de las tasas de matrimonio y fertilidad. Señaló que esto ha acelerado el surgimiento de culturas posfamiliares, marcadas por una creciente prevalencia de individuos solteros y sin hijos, lo que contribuye al envejecimiento de las poblaciones en todo el mundo.
Haciendo referencia a las previsiones demográficas, Erdoğan subrayó que para 2030, una de cada seis personas en todo el mundo tendrá 60 años o más, y se espera que la población mayor de 80 años se triplique para 2050. Señaló que la tasa de fertilidad mundial ha caído a un promedio de 2,2 hijos por mujer, y más de la mitad de los países ya están por debajo del umbral crítico de reemplazo de 2,1.
Emine Erdoğan destacó la importancia de cada nacimiento y afirmó: “Cada nacimiento añade un nuevo día a la primavera del mundo”. Explicó que la disminución de las tasas de natalidad y la reducción de la población juvenil impiden directamente el crecimiento económico e imponen importantes cargas financieras a la seguridad social y los sistemas de atención médica. Para concluir, advirtió que “un mundo incapaz de renovarse se enfrenta inevitablemente a una crisis profunda”.
Como nación profundamente comprometida con la institución familiar como núcleo de la civilización, Türkiye ha declarado 2025 como el “Año de la Familia” y ha designado 2026-2035 como la “Década de la Familia y la Población”.
Erdoğan trazó un paralelo y dijo: “Así como un árbol con raíces podridas no puede mantenerse en pie, una sociedad cuyos cimientos familiares se debilitan no puede mirar con confianza al futuro”.
Detalló la gama de políticas que Türkiye implementa para conciliar la vida laboral y familiar, incluidos préstamos para vivienda y matrimonio, licencia parental para madres y padres que trabajan, apoyo a guarderías, horarios de trabajo flexibles, licencia para amamantar a las madres y campañas de sensibilización pública. Estas medidas tienen como objetivo proporcionar un apoyo sólido a los jóvenes y las familias, reforzando el tejido social.
La primera dama destacó además el papel activo de Türkiye en la diplomacia familiar como miembro del Grupo de Amigos de la Familia de las Naciones Unidas. A través de esta plataforma, ella y su equipo elevan la importancia de la familia en la agenda internacional, abogando no solo por políticas sociales sino también por un enfoque renovado en los valores espirituales y culturales.
Destacó la influencia generalizada de las industrias culturales que, en su opinión, contribuyen significativamente a retrasar el matrimonio y la primera maternidad y al aumento de hogares unipersonales y monoparentales. Estas industrias, argumentó, colocan al individuo en el centro de la vida, equiparan el éxito con los logros profesionales a menudo medidos por la escala de los edificios de oficinas y presentan los modelos familiares tradicionales como obstáculos para el avance profesional. Esta narrativa, advirtió, ofrece un estilo de vida solitario, digitalizado y en busca de placer que margina a la unidad familiar.
Erdoğan expresó su convicción de que la Cumbre Internacional Creciendo Europa 2025 se convertirá en un foro fundamental para abordar estos complejos desafíos e inspirar una nueva visión para la revitalización de la institución familiar.
En una publicación relacionada en su cuenta de redes sociales NSosyal, la primera dama reafirmó: “Creo que las iniciativas centradas en la familia traerán un nuevo aliento a un mundo que envejece y cada vez más aislado”. Compartió su agradecimiento por los estimados participantes unidos por esta convicción y expresó su más sincero agradecimiento a Diana Nausediene por su liderazgo en la organización de una cumbre tan significativa.







