El 4 de julio de 2025, una mortal inundación repentina afectó al centro de Texas, especialmente a los condados de Kerr y la región de Hill Country. El río Guadalupe, ya hinchado por las intensas lluvias, aumentó rápidamente, rompiendo su récord de 1932 por más de 10 pies en algunos lugares. En pocas horas, el río subió más de 25 pies, inundando ciudades y causando daños masivos.
La inundación, calificada como un “desastre de 100 años” por los funcionarios, ha causado al menos 129 muertes, incluidas 36 de niños. Más de 170 personas siguen desaparecidas, y muchas se temen atrapadas en casas y autos inundados. Las áreas más afectadas son Kerrville, Comfort y Hunt, donde barrios completos fueron arrasados.
Fallos en la respuesta de emergencia
Aunque el Servicio Nacional de Meteorología emitió advertencias de inundación, las autoridades locales del condado de Kerr no utilizaron el Sistema Integrado de Alerta y Aviso Público (IPAWS), que puede alertar a todos los teléfonos móviles. En su lugar, utilizaron el sistema menos efectivo CodeRED, que solo alerta a los usuarios registrados. Muchas personas informaron no haber recibido ninguna advertencia antes de la inundación, lo que generó duras críticas.
La respuesta lenta se agravó por la infraestructura deficiente. Se discutieron planes para mejorar el monitoreo de inundaciones y añadir sirenas, pero no se implementaron, dejando a la comunidad sin preparación.
Una comunidad de luto
Entre las víctimas se encontraban los campistas de Camp Mystic, un campamento cristiano para niñas a lo largo del río Guadalupe. La inundación arrasó el campamento, matando a varios campistas y miembros del personal. Una de las víctimas más jóvenes fue Greta Toranzo, una estudiante de 10 años de la escuela Sinclair Elementary de Houston, cuya pérdida ha afectado profundamente a la comunidad local.
En Kerrville, los residentes se han reunido para llorar a las víctimas. Se han establecido memoriales y se están organizando eventos de recaudación de fondos para apoyar a las familias afectadas. Un gran concierto de ayuda, dirigido por George Strait, está programado para el 27 de julio en Boerne para recaudar dinero y brindar apoyo.
Acciones del gobierno
Después de la inundación, el presidente Donald Trump visitó Texas para ver los daños y reunirse con los socorristas. Elogió las rápidas acciones de las agencias estatales y federales, calificándolas de “increíbles”, y prometió ayudar en los esfuerzos de recuperación.
El gobernador Greg Abbott declaró un desastre estatal para varios condados del centro de Texas. El presidente Trump también declaró un desastre federal para el condado de Kerr. Esto permite que se liberen fondos federales para ayudar con el proceso de recuperación.
Mirando hacia el futuro: Preparación para futuros desastres
Las inundaciones en Texas nos recuerdan la importancia de estar preparados para desastres y el creciente impacto del cambio climático. Los expertos advierten que los fenómenos meteorológicos extremos, como las lluvias intensas y las inundaciones repentinas, seguirán aumentando en frecuencia y gravedad. Para proteger a las comunidades en el futuro, es vital aumentar la conciencia, construir una mejor infraestructura y responder rápidamente a los desastres.