Atacantes armados asaltaron un internado en el noroeste de Nigeria antes del amanecer del lunes, secuestraron a 25 estudiantes y mataron a un empleado e hirieron a otro, dijo la policía, en el último secuestro masivo ocurrido en la región.
Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad de los secuestros en el internado del estado de Kebbi y sus motivos no están claros.
Nigeria se enfrenta a un desafío de seguridad multidimensional, específicamente por parte de grupos amorfos de bandidos armados que se especializan en secuestros para pedir rescate (a veces por un total de miles de dólares) y han sido responsables de varios secuestros de alto perfil en toda la región norte de Nigeria. Los secuestros y los ataques a aldeas y a lo largo de las carreteras principales se han vuelto comunes debido a la limitada presencia de seguridad.
Esos bandidos no están conectados con grupos militantes como Boko Haram y el grupo disidente Estado Islámico Provincia de África Occidental, cuyos ataques contra comunidades e instalaciones gubernamentales están motivados por la religión.
La policía dijo que las niñas del internado fueron sacadas de sus dormitorios a las 4:00 am del lunes. La escuela está en Maga, en el área estatal de Danko-Wasagu, dijo el portavoz de la policía Nafi’u Abubakar Kotarkoshi.
Los agresores estaban armados con “armas sofisticadas” e intercambiaron disparos con los guardias antes de secuestrar a las niñas, dijo Kotarkoshi.
“Un equipo combinado está rastreando rutas de escape sospechosas y los bosques circundantes en una operación coordinada de búsqueda y rescate destinada a recuperar a los estudiantes secuestrados y arrestar a los perpetradores”, dijo el portavoz.
Los grupos armados han atacado a los escolares de la región desde 2014, cuando Boko Haram secuestró a 276 estudiantes de Chibok, en el estado de Borno. Ese secuestro marcó el comienzo de una nueva era de miedo, y decenas de personas siguen en cautiverio.
Desde los secuestros de Chibok, al menos 1.500 estudiantes han sido secuestrados, mientras los grupos armados encuentran cada vez más en los secuestros una forma lucrativa de financiar otros crímenes y controlar aldeas en la región del país, rica en minerales pero mal vigilada. En marzo de 2024, más de 130 escolares fueron rescatados tras pasar más de dos semanas en cautiverio en el estado nigeriano de Kaduna.







