
Santilli y Adorni en la Casa Rosada con el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck /NA
El gobierno retomó ayer los contactos con los gobernadores provinciales, en busca de apoyo legislativo para el Presupuesto 2026, a tratarse en diciembre en el Congreso, y las reformas de “segunda generación” (laboral, tributaria, al Código Penal), que se abordarán a comienzos del año próximo.
El gobernador de Chaco, el radical Leandro Zdero, manifestó su apoyo a la reforma laboral y al Presupuesto -ya enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo- y su par de Rio Negro, Alberto Weretilneck, planteó un respaldo general pero acompañado de demandas acumuladas hacia la Nación con claro epicentro en la obra pública en su distrito.
En general esos pedidos (promesas no cumplidas, proyectos nunca concretados) representan un hilo común entre los mandatarios que vienen encontrando los interlocutores libertarios en las charlas, básicamente el ministro del Interior, Diego Santilli, y el jefe de Gabinete, Manuel Adorni.
Ayer, ambos recibieron al chaqueño Zdero, primer aliado legislativo y electoral del gobierno libertario, y luego se reunieron con Weretilneck, quien repasó la agenda legislativa común y las chances de coincidir con los objetivos del Gobierno. Una postura, decían ayer las fuentes bien informadas, con la que condicionó las negociaciones de aquí en más.
“Por supuesto necesitamos que haya una reforma laboral, vamos a trabajar y traer nuestro borrador”, dijo Zdero ante la prensa a la salida de la reunión en la puerta de Balcarce 50. También calificó de “positivo el tender puentes entre el gobierno nacional y la provincia”.
Con algunos reclamos
En cuanto a Weretilneck, estuvo más o menos una hora en la Rosada y se fue sin hacer declaraciones. Más tarde, en un comunicado, explicó lo conversado. “Uno de los temas centrales del diálogo fue la conectividad rionegrina, y la necesidad de contar con definiciones respecto a las rutas nacionales 22, 23,151 y 40 y al uso de las vías del Alto Valle para poner en marcha el Tren del Valle, un proyecto que puede transformar la conectividad en toda la región”, expresó el rionegrino en ese texto. Y destacó la necesidad de apoyo para el Invap (la empresa estatal que se dedica a la construcción de sistemas tecnológicos complejos para diversos campos) y “obras de infraestructura” para las universidades, más fondos para proyectos mineros, de GNL y el oleoducto de Vaca Muerta.
Es sólo una muestra de lo que se encuentran Santilli y Adorni en cada reunión: apoyo condicionado al envío de los fondos nacionales que estuvieron ausentes en los dos primeros años del gobierno de Javier Milei, obsesionado con achicar el déficit fiscal. Inversión pública nacional, digamos.
El Gobierno, por su parte, también comunicó el contenido de las reuniones de ayer a su manera.
“Zdero expresó su apoyo pleno al proyecto de Presupuesto y a la reforma laboral, destacando la importancia de avanzar sin dilaciones en las transformaciones que demanda el país”, se dijo desde Interior. Y en relación a Weretilneck el comentario fue con un tono diferente. “La conversación permitió intercambiar agendas y prioridades y dio inicio a un camino de trabajo conjunto orientado a acompañar las reformas que serán enviadas al Congreso”. Sonó muy prudente. ¿Tensión?
Contando las reuniones con Zdero y Weretilneck, Santilli ya conversó -junto a Adorni o en soledad- con 12 mandatarios provinciales. Lleva menos de siete días en el cargo. A ellos habría que sumar al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, quien la semana pasada le llevó al ministro de Economía, Luis Caputo, su reclamo por los fondos coparticipables que el Gobierno no le está enviando a la Capital Federal a pesar de que hay una orden de la Corte Suprema para ello.
La idea, contaron cerca de Santilli, es hacer contacto personal con los 20 gobernadores o vicegobernadores que fueron recibidos por Milei en la Casa Rosada cuatro días después del triunfo electoral libertario del 26 de octubre.
Siguen afuera
Quedan fuera de la convocatoria inicial los más identificados con el kirchnerismo: Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y el bonaerense Axel Kicillof.
Hasta el momento, desde el Gobierno se muestran conformes con el apoyo que, en principio, manifiestan los mandatarios hacia la sanción del Presupuesto y, en líneas más generales, a la aprobación de las reformas. Es más fácil, claro, con los mandatarios que ya tienen ciertos acuerdos políticos con la Rosada. Como los de Entre Ríos, Mendoza, o el mencionado de Chaco. El de San Luis, Claudio Poggi, que está en ese lote, aún no fue recibido.




