El ciudadano franco-chileno Camilo Castro habla con los medios al llegar a Francia / AFP
Camilo Castro, un ciudadano francés que fue liberado tras varios meses preso en Venezuela, sufrió “condiciones de detención extremadamente difíciles”, según relató ayer su padrastro, que lo recibió en un aeropuerto de París.
Castro, profesor de yoga de 41 años, desapareció el 26 de junio en el puesto fronterizo de Paraguachón, entre Venezuela y Colombia, donde vive. Había ido allí para renovar su visado de residencia colombiano, que había caducado, explicó su familia en agosto.
Castro aterrizó ayer a la tarde en el aeropuerto de Orly, cerca de París, y su padrastro, Yves Guibert, describió que fue detenido “sin ningún fundamento”, solamente por ser francés.
“Lo detuvieron solamente por ser francés, básicamente por eso y lo acusaron injustamente de ser un agente de la CIA, lo que no es cierto”, afirmó.
Inundado por la emoción, Castro dijo: “¡Viva la libertad! ¡Viva la igualdad! ¡Y viva la fraternidad!”.
Además, a su llegada a París, realizó un llamado para que “todos los seres de esta tierra puedan vivir libres de sufrimiento” y “en paz, armonía y amor”. Fue recibido por su familia y por el ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Noël Barrot.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció en su cuenta de X que Castro fue liberado. “Comparto el alivio de sus seres queridos y agradezco a todos los que trabajaron por su liberación”, indicó el jefe de Estado en la red social.
Barrot precisó poco después que no hubo “ninguna contrapartida” por su liberación. El ministro francés saludó “el gesto de las autoridades venezolanas” y agradeció a sus homólogos brasileño y mexicano que, según dijo, “transmitieron varios mensajes en estrecha coordinación conmigo”.
A mediados de septiembre, la madre de Castro, Hélène Boursier, afirmó que no había tenido noticias de él, salvo un mensaje de audio recibido a finales de julio en el que Camilo Castro “pedía ayuda”. Según las investigaciones de sus familiares y de Amnistía Internacional, estaba detenido por las autoridades venezolanas. Nunca se comunicó el motivo de su detención.
“No podemos concebir (la emoción que esto representa) en comparación con todas las alegrías que tenemos en la vida, todas las sorpresas agradables, todos los alivios”, declaró Boursier. “Vamos a luchar para que esto no vuelva a suceder. (…) No porque para nosotros haya terminado bien vamos a quedarnos ahí. Pensamos en los demás, no los vamos a olvidar”, insistió esta activista de larga data de Amnistía Internacional, que vive cerca de Toulouse, en el sur de Francia.
El caso de Castro recuerda al del gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido el 8 de diciembre del año pasado al ingresar a Venezuela para visitar a su familia. Desde entonces, se desconoce su paradero exacto. El Gobierno de Nicolás Maduro lo acusa de participar en “acciones conspirativas”.








