Santilli junto a Frigerio, uno de los gobernadores a los que recibió
El gobierno de Javier Milei avanza con los consensos necesarios en el Congreso para aprobar el Presupuesto 2026. A cambio, la Casa Rosada estaría dispuesta a habilitar a las provincias a tomar deuda, según ha trascendido de las distintas conversaciones que el flamante ministro del Interior, Diego Santilli, ha mantenido con más de la mitad de los gobernadores. La misión del recién asumido funcionario es sumar apoyos para la sanción de la denominada Ley de leyes y es con ese objetivo que hoy mismo retomará la ronda de encuentros a la que, por ahora, siguen sin ser invitados los opositores peronistas. Entre ellos, el bonaerense Axel Kicillof.
En las reuniones con Santilli sobrevuelan también temas como las reformas laboral, tributaria y penal.
Son esos proyectos los que irán al Parlamento una vez aprobado el Presupuesto para el que, confían cerca de Milei, están garantizados los acuerdos básicos. Aún cuando los mandatarios provinciales aguardan definiciones sobre las leyes para beneficiarse con una parte de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles líquidos. También esperan noticias sobre la billonaria deuda que la Anses acumula desde el cambio de Gobierno con las 13 cajas de jubilaciones provinciales no transferidas.
Con respecto a las reformas, los gobernadores han coincido en declaraciones periodísticas que hasta ahora solo tienen una “idea general” de las mismas y que, si bien apoyan que debe haber transformaciones, eso no implica que vayan a aprobar “a libro cerrado” lo que el Poder Ejecutivo envíe al Congreso. “Buscar consenso no es ser escribanía”, ilustró uno de los que tiene diálogo con Milei.
Diálogo parcial
Entre los mandatarios aliados hay quienes hablan de un “cambio de paradigma” tras la victoria libertaria en las legislativas de octubre y celebran la apertura al diálogo del Gobierno que, no obstante, mantiene escaso o nulo contacto con el formoseño Gildo Insfrán, el riojano Ricardo Quintela y el fueguino Gustavo Melella, además del mencionado Kicillof, obligado a administrar un Estado con recursos insuficientes.
Más allá del cambio de tono, tampoco hay para las provincias promesas concretas de recursos. La billetera sigue estando en manos del ministro de Economía, Luis Caputo.
Lo más que concedió la Nación fue un aval para que los gobernadores puedan tomar deuda, ya sea con organismos internacionales o en mercados financieros.
El primero en beneficiarse con esta medida fue el mendocino Alfredo Cornejo, luego de que el viernes saliera publicado en el Boletín Oficial el decreto en el que la Nación se presenta como contragarantía para que Mendoza acceda a un crédito de US$75 millones para obras de agua potable en esa provincia.
Esos avales salían, hasta ahora, a cuentagotas. Un pico fue en marzo pasado, cuando se habilitó a siete distritos (la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Neuquén, Salta, Chubut y Chaco) por un total US$1715 millones para financiar obras en sus distritos.
La autorización a los gobernadores para que puedan tomar deuda busca quitarle presión a los reclamos por la obra pública que, por caso, hace tiempo sostiene la provincia de Buenos Aires. Todavía no invitada a la mesa del Presidente.
Mientras, Santilli recibirá hoy en Casa Rosada al gobernador de Chaco, Leandro Zdero, y luego al de Río Negro, Alberto Weretilneck, como parte de la maratón de encuentros con los 20 mandatarios que recibió Milei tras la victoria electoral de octubre.






