El Comité Nacional de Solidaridad, Hermandad y Democracia reanudará sus trabajos el martes. El comité, que forma parte de la iniciativa Türkiye libre de terrorismo para el desarme y la disolución del grupo terrorista PKK, recibirá al ministro del Interior, Ali Yerlikaya, al ministro de Defensa, Yaşar Güler, y al jefe de la Organización Nacional de Inteligencia (MIT), Ibrahim Kalın.
Esta será la segunda vez que los ministros y el jefe de inteligencia informarán al comité. Se espera que tres funcionarios informen a los legisladores sobre los avances en el proceso desde que informaron por primera vez al comité el 8 de agosto.
El comité, encargado de trazar una hoja de ruta para la iniciativa después del desarme, es decir, enmiendas legales, retrasó el trabajo durante dos semanas, primero debido a “razones técnicas” no especificadas y luego, por la muerte de 20 soldados turcos en un accidente aéreo en la frontera entre Azerbaiyán y Georgia recientemente.
Yerlikaya, Güler y Kalın explicarán la evolución de la iniciativa en la próxima sesión del comité, aunque es probable que, a diferencia de las anteriores, sea una sesión cerrada a la prensa. En octubre, el PKK anunció su retirada de Türkiye, en un hito en la iniciativa. La iniciativa, hasta ahora, procedía de medidas unilaterales del PKK, que anunció su disolución en mayo pasado y comenzó a “quemar armas” en una ceremonia simbólica en Irak este verano. Las autoridades turcas han mantenido en secreto las medidas de Ankara en respuesta al desarme del PKK, citando la naturaleza delicada del proceso que apunta a poner fin a más de 40 años de violencia por parte del grupo terrorista.
El comité, compuesto por legisladores del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (Partido AK) y la mayoría de los principales partidos de oposición excepto el Partido Bueno (IP), se reunió por primera vez el 5 de agosto. En las sesiones posteriores, recibió a ministros, altos funcionarios, familias de personas asesinadas por el PKK, así como familias de miembros del PKK, académicos, políticos veteranos y representantes de organizaciones sin fines de lucro activas en el sureste, donde el terrorismo del PKK causó un alto precio en la vida cotidiana durante décadas.
El presidente del comité y presidente del Parlamento, Numan Kurtulmuş, dijo a los periodistas la semana pasada que Türkiye no estaba involucrado en ningún acuerdo con el PKK. Kurtulmuş describió su trabajo en el comité como un “proceso por parte del Parlamento para monitorear cuidadosamente los desarrollos relacionados con (la iniciativa) que comenzó con la declaración del grupo terrorista de deponer las armas”. “No es un proceso de paz entre turcos y kurdos”, afirmó, oponiéndose a que la iniciativa se presente en ese marco. El PKK nació con el pretexto de luchar por los derechos de los kurdos a finales de los años 1970. Varios gobiernos intentaron eliminar este pretexto acercándose a la comunidad e impulsando sus derechos, aunque el PKK recurrió a la violencia. Esta última iniciativa, lanzada por Devlet Bahçeli, líder del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), aliado del gobierno, también se presenta como una forma de solidificar la hermandad turco-kurda frente a las amenazas externas contra la unidad de Türkiye. Sin embargo, los funcionarios insisten en que el Estado no tomará ninguna medida en respuesta a la disolución del PKK hasta que el grupo abandone completamente las armas y cese su campaña de terrorismo, que se cobró decenas de miles de vidas en las últimas décadas.
Kurtulmuş dijo la semana pasada que el comité redactaría un “informe” una vez concluido su trabajo, “con suerte en un futuro próximo”. “Esperamos que este informe sea presentado a la asamblea general del Parlamento y que concluyamos este proceso sin ningún problema”, dijo.
Los comentarios de Kurtulmuş se produjeron en medio de informes de que Türkiye está preparando una ley para permitir que miles de miembros del PKK regresen a sus hogares desde sus escondites en el norte de Irak bajo la iniciativa.
Hasta ahora, el proceso de desarme del PKK ha sido unilateral, aunque el grupo terrorista y sus partidarios han pedido repetidamente medidas por parte del Estado, como una amnistía para los miembros del PKK. Las autoridades turcas descartan una amnistía general, pero señalaron que se podría conceder indulgencia a los miembros del PKK encarcelados.
La ley propuesta protegería a quienes regresan a casa, pero no llega a ofrecer una amnistía general por los crímenes cometidos por los terroristas, informó Reuters la semana pasada. Algunos líderes terroristas podrían ser enviados a terceros países según los planes.
Repatriar a los terroristas del PKK y a sus familias desde sus bases en el montañoso norte de Irak se considera uno de los últimos obstáculos de la iniciativa.
Las fuentes revelaron detalles que no se habían informado anteriormente, dijo Reuters, incluidas propuestas para que los retornos se realicen en oleadas separadas de civiles y terroristas, y para que los comandantes sean enviados a terceros países.







