El ex ministro de economía bonaerense y nacional Hernán lacunza / web

El proyecto de Presupuesto 2026 presentado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires expone una estrategia fiscal que difiere notablemente de la nacional. Mientras el Poder Ejecutivo nacional prevé cerrar 2025 con un superávit primario de 1,5% del PBI y financiero de 0,3%, la administración bonaerense proyecta un déficit de 0,4% del Producto Bruto Geográfico (PBG) en el resultado primario y de 0,8% en el financiero.

El diagnóstico surge de un informe elaborado por la consultora Empiria, que dirige el exministro de Economía bonaerense y nacional Hernán Lacunza. Según el análisis, el Presupuesto provincial “mantiene un sendero de déficit persistente”, ya que también para 2026 se proyecta un resultado negativo: -0,2% del PBG en el balance primario y -0,6% en el financiero. “El deterioro de las cuentas públicas contrasta con el esfuerzo de consolidación fiscal que exhibió la Provincia en 2024, cuando acompañó el ajuste nacional”, sostiene el documento.

El texto destaca que el gasto total aumentará 3% en términos reales durante 2026. El rubro Personal, que representa el 40% del gasto provincial, crecerá 1,1% real, con una planta estimada en 530.000 trabajadores. También se prevén incrementos en las transferencias corrientes, que subirán 4% en términos reales, con mayor asignación a los municipios. Las obras públicas mostrarán un salto más marcado, del 17% real.

Por el lado de los ingresos, el Presupuesto prevé una mejora real del 5,6%, impulsada por una suba de los recursos de origen nacional del 7% y de los provinciales del 3,6%. Dentro de estos, el impuesto a los Ingresos Brutos aumentaría 3,4%, mientras que el inmobiliario y el automotor lo harían 2,5% y 1,2%, respectivamente. Solo el impuesto a los Sellos caería, con una baja real del 1%. Además, el Gobierno bonaerense proyecta un aumento del 54% en las transferencias no automáticas provenientes de Nación, que siguen siendo bajas desde diciembre de 2023.

Uno de los puntos más controvertidos señalados por Empiria es el nivel de endeudamiento solicitado. El proyecto oficial pide autorización para tomar deuda por U$S3.685 millones: de ese total, U$S3.285 millones son para uso general de la Provincia y U$S400 millones para proyectos de inversión energética y de infraestructura. El informe remarca que parte de ese monto -U$S1.045 millones- ya fue solicitado en mayo de 2025, aunque aún no fue aprobado por la Legislatura. “El pedido resulta llamativo porque equivale a los servicios de deuda de 2025, compromisos que ya vencieron”, apunta el texto.

Del total, U$S1.990 millones se destinarían a cubrir vencimientos de deuda y financiar el déficit previsto para 2026, mientras que U$S250 millones irían a la emisión de Letras del Tesoro. Empiria estima que las necesidades financieras reales de la Provincia ascienden a U$S1.856 millones, compuestas por vencimientos de deuda por U$S1.600 millones -mitad en dólares, mitad en pesos- y un déficit primario equivalente a U$S256 millones. En ese contexto, el informe advierte que “el pedido de endeudamiento excede lo necesario para afrontar los compromisos del año próximo”.

Uno de los puntos más controvertidos señalados por Empiria es el nivel de endeudamiento

Como alternativa, el equipo de Lacunza plantea un escenario de equilibrio primario para 2026. Manteniendo inalteradas las proyecciones de ingresos del propio Presupuesto, propone reducir el gasto real en personal en un 1,6%. De esa forma, la Provincia podría alcanzar un resultado fiscal neutro y solicitar solo el endeudamiento indispensable para cubrir sus vencimientos.

“El ejercicio busca priorizar el gasto de capital y limitar el corriente, para mejorar la calidad del presupuesto y reducir la dependencia del endeudamiento”, concluye el análisis de Empiria.

En el plano político, la discusión legislativa sobre el Presupuesto 2026 se anticipa compleja. La oposición, que mantiene control en el Senado provincial, exige explicaciones sobre la magnitud de la deuda solicitada y el sendero fiscal elegido por el Ejecutivo. En paralelo, el gobierno de Axel Kicillof defiende el aumento de la inversión pública y la asistencia a los municipios como pilares para sostener la actividad y el empleo en un contexto de desaceleración económica.

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