Clave para la salud fetal

Mientras la mayoría de los médicos resaltan la importancia de cuidar los niveles de hierro antes y durante el embarazo para proteger la salud materna y el desarrollo fetal, una encuesta realizada en Argentina, Chile, Colombia y México puso en evidencia el bajo conocimiento que existe entre las mujeres en edad fértil del impacto que su déficit puede producir.

La encuesta, impulsada por la firma CSL Vifor entre mujeres de 18 a 48 años de edad, encontró que 80% de las participantes no estaba completamente familiarizada con la deficiencia de hierro y sus implicaciones, situación que se acentúa en el grupo de mujeres más jóvenes. Aunque 77% la considera un problema de salud importante, persisten brechas significativas en la comprensión de sus causas, consecuencias y manejo adecuado.

Para las mujeres que planean ser madres o ya están embarazadas, la atención al hierro es vital. Los datos muestran un aumento de la prevalencia del déficit durante la gestación, que se duplica cada trimestre: del 5.3% en el primer trimestre, aumenta al 12.7% en el segundo y alcanza un preocupante 27.5% en la recta final del embarazo.

“El embarazo incrementa de manera importante las necesidades de hierro de la mujer, ya que este mineral es esencial para el crecimiento de la placenta y el desarrollo del feto, especialmente de su sistema nervioso”, explica la médica hematóloga María Cecilia Braxs

“Llegar al embarazo con reservas bajas o desarrollar una deficiencia durante el mismo tiene consecuencias tanto para la madre como para el bebé”, advierte la médica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado la importancia de vigilar estos niveles, recomendando el uso de la ferritina sérica como indicador clave de las reservas de hierro para una detección temprana y la prevención de consecuencias adversas.

Como reveló la encuesta, mientras 42% de las mujeres consultadas asocia correctamente la deficiencia de hierro con baja productividad en actividades diarias, solo 16% la vincula con el ausentismo laboral.

Además, aunque se reconocen síntomas comunes como la fatiga extrema (71%) y la debilidad (59%), existe menor conciencia sobre pruebas diagnósticas clave como la ferritina (conocida por menos del 30%), un indicador esencial de las reservas de hierro recomendado por la OMS.

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