Las autoridades del fútbol de Türkiye aplicaron el jueves una de las medidas disciplinarias más duras en la historia deportiva del país, suspendiendo a 102 jugadores profesionales en la Süper Lig y la 1. Lig después de que una investigación de gran alcance sobre apuestas ilegales expusiera violaciones generalizadas y sacudiera la integridad competitiva del juego nacional.
Las sanciones, impuestas por el Comité Disciplinario de Fútbol Profesional (PFDK) de la Federación Turca de Fútbol, surgen de una investigación penal iniciada a finales de 2024 por la Fiscalía General de Estambul.
Los investigadores, armados con registros financieros, registros de IP y datos de plataformas de apuestas no autorizadas, descubrieron evidencia de que más de 1.000 jugadores habían apostado en partidos de fútbol, una violación directa de los estrictos códigos antijuego de la TFF.
Después de meses de revisión forense, 102 jugadores fueron declarados culpables y sancionados formalmente.
Las sanciones, que van desde 45 días a 12 meses, afectan al corazón de las principales competiciones del fútbol turco.
Veinticinco jugadores de la Süper Lig y 77 de la segunda división fueron suspendidos, dejando fuera a titulares, jugadores de profundidad, prospectos juveniles y profesionales experimentados por igual.
Entre los nombres más destacados se encuentra el lateral izquierdo del Galatasaray y Türkiye, Eren Elmalı, sancionado durante 45 días tras recibir una reducción de la pena en virtud de disposiciones atenuantes.
Su compañero de equipo, el defensa sub-21 de Türkiye Metehan Baltacı, recibió una de las suspensiones más largas: nueve meses.
La columna vertebral jurídica de la investigación se basó en el Reglamento Disciplinario del Fútbol (FDT) de la TFF.
La mayoría de las violaciones fueron procesadas bajo el Artículo 57/2, que prohíbe cualquier forma de apuesta por parte de jugadores y oficiales registrados. No se impusieron sanciones de por vida, ya que no se detectó ningún amaño directo de partidos, una distinción crucial que evitó que el escándalo alcanzara un nivel aún más explosivo.
Para los infractores por primera vez o de bajo impacto, el comité aplicó el Artículo 13, una cláusula que permite reducciones en el reconocimiento de la cooperación o la participación mínima.
Si bien el alcance de la actividad de apuestas era amplio, los investigadores concluyeron que ninguna de las apuestas revisadas alteró los resultados de los partidos, un hallazgo que libró a los jugadores de los severos castigos asociados con el Artículo 58, que apunta a la manipulación de partidos.
Aún así, la UEFA y la FIFA han señalado que podrían realizar sus propias revisiones de integridad, especialmente para jugadores con partidos internacionales.
La decisión del PFDK repercutió inmediatamente en la planificación del club.
El total combinado de suspensiones supera los 200 “meses-hombre”, lo que deja a los equipos luchando por adaptarse a mitad de temporada.
Algunos clubes, como el Adana Demirspor, que vio al extremo senegalés Alassane Ndao sancionado durante 12 meses, se enfrentan a lagunas repentinas en su plantilla que pueden alterar la trayectoria de sus campañas ligueras.
El procedimiento disciplinario también sigue abierto para un jugador, Alperen Selvi, cuyo caso aún está bajo revisión administrativa.
Mientras tanto, la investigación más amplia continúa ampliándose: en una investigación paralela, varios árbitros y afiliados de clubes fueron detenidos a principios de esta semana, lo que indica que este escándalo aún puede ser más profundo que los jugadores por sí solos.
Se esperan apelaciones ante la Junta de Arbitraje de la TFF en los próximos días, aunque históricamente sólo se anula una pequeña fracción de las decisiones disciplinarias.
La federación también se ha comprometido a intensificar sus sistemas de seguimiento e implementar sesiones educativas obligatorias para frenar el aumento del juego entre los jóvenes profesionales.








