El tan esperado anuncio se produjo el 11 de noviembre, cuando Google reveló detalles en una conferencia de prensa en Berlín.
Philipp Justus, director general para Alemania del gigante tecnológico con sede en California, dijo que la compañía invertiría 5.500 millones de euros (6.370 millones de dólares) durante los próximos cuatro años. Esto incluye la construcción de un nuevo centro de datos cerca de Frankfurt y ampliaciones en sitios existentes en Munich, Frankfurt y Berlín.
Los funcionarios alemanes elogiaron el anuncio como un impulso para las ambiciones digitales del país.
“Queremos hacer de Alemania un lugar líder para centros de datos en Europa”, dijo a la agencia de noticias Reuters el ministro alemán responsable de la digitalización, Karsten Wildberger.
La ministra de Investigación, Dorothee Bär, calificó la medida de Google como prueba de que “Alemania ya es un lugar atractivo”. La inversión, afirmó, traerá “crecimiento y valor agregado para nuestro país”.
El ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, también elogió los planes y los describió como “exactamente lo que necesitamos ahora”.
En declaraciones a la agencia de noticias alemana dpa, calificó la iniciativa como “una verdadera inversión en el futuro: en innovación, inteligencia artificial, transformación climáticamente neutra y futuros empleos en Alemania”.
Google dijo que sus inversiones “garantizarían alrededor de 9.000 puestos de trabajo en Alemania anualmente hasta 2029”.
Los expertos piden precaución
Si bien muchos celebraron el anuncio, algunos expertos advirtieron que no se deben pasar por alto las posibles desventajas.
Katharina Hölzle, directora del Instituto Fraunhofer de Stuttgart, Alemania, dijo a DW que acogió con satisfacción la inversión “porque demuestra que somos más atractivos de lo que pensamos”.
Pero también expresó su preocupación de que “podrían surgir nuevas dependencias”, advirtiendo que “estamos construyendo infraestructuras adicionales aquí que nos harán aún más difícil retirarnos más adelante”.
Wolfgang Eppler, investigador del Instituto de Evaluación de Tecnología y Análisis de Sistemas (ITAS) en Karlsruhe, Alemania, calificó la inversión como “mucho dinero”, pero añadió que palidece en comparación con los niveles de gasto de Estados Unidos.
“Cuando nos fijamos en lo que Estados Unidos está invirtiendo (por ejemplo, 500.000 millones de dólares), en realidad es sólo una gota en el océano”, afirmó.
La escala de la inversión de Google subraya la creciente brecha entre Europa y Estados Unidos, donde empresas tecnológicas como Microsoft, Google y nuevas empresas como OpenAI están invirtiendo cientos de miles de millones en ampliar la capacidad informática de IA.
Según Bloomberg, se espera que el proyecto alemán de Google utilice hasta 10.000 unidades de procesamiento de gráficos (GPU), una fracción de las 500.000 GPU previstas para un único proyecto de centro de datos en Texas respaldado por SoftBank, OpenAI y Oracle.
Impulso más amplio de la industria
Google no es el único que apuesta por la economía de datos de Alemania. La semana pasada, el operador alemán de telecomunicaciones Deutsche Telekom y el fabricante estadounidense de chips de inteligencia artificial Nvidia anunciaron un proyecto conjunto de centro de datos de mil millones de euros.
Según la asociación industrial Bitkom, la inversión total en centros de datos en Alemania alcanzará este año unos 12.000 millones de euros.
En septiembre, la empresa francesa Data4 anunció planes para invertir alrededor de 2.000 millones de euros y colocó la primera piedra de su primera instalación alemana en Hanau.
Mientras tanto, el Parque de Innovación para la Inteligencia Artificial (IPAI) en Heilbronn, una ciudad justo al norte de Stuttgart, se convertirá en el ecosistema de IA más grande de Europa, centrándose en el diseño de chips.
El aumento de la demanda de potencia informática impulsada por la IA ha desencadenado un auge en la construcción de centros de datos. Un estudio reciente de Bitkom encontró que se espera que la capacidad total de servidores de Alemania casi se duplique a 5 gigavatios para 2030.
Un impulso europeo
La Unión Europea también está intentando cerrar la brecha tecnológica. En febrero, dio a conocer un plan de 200.000 millones de euros para promover el desarrollo de la IA y triplicar la capacidad de la región para dichos sistemas para 2032.
Se informa que Deutsche Telekom está en conversaciones con varias empresas sobre la construcción de las llamadas gigafábricas de IA, aunque el progreso ha sido lento y la UE aún tiene que detallar cómo examinará los proyectos o asignará la financiación.
Google dice que sus nuevas instalaciones alemanas se construirán teniendo en cuenta la sostenibilidad. La compañía planea capturar y reutilizar el calor residual de su centro de datos cerca de Frankfurt inyectándolo a la red de calefacción urbana de la empresa regional EVO. Una vez operativo, el sistema podría suministrar agua caliente y calefacción a más de 2.000 hogares cercanos.
Un centro de datos totalmente neutro desde el punto de vista climático sigue siendo un desafío, afirma Hölzle, de Fraunhofer, que se mantiene cautelosamente optimista.
“No sé si llegaremos a cero (emisiones) totales”, dijo. “Pero deberíamos pensar en cómo, si no estamos construyendo nuestros propios centros de datos, al menos podemos desarrollar las tecnologías que se utilizarán en ellos; definitivamente veo oportunidades para nosotros allí”.
¿Está en juego la soberanía digital de Europa?
Ambos expertos entrevistados por DW instaron a los responsables políticos a permanecer alerta.
“No debemos volvernos demasiado dependientes”, advirtió Eppler, investigador del ITAS, señalando que una empresa estadounidense almacenará y procesará datos alemanes.
Hölzle se siente reconfortada porque “en los últimos doce meses ha aumentado el debate sobre la soberanía digital”.
Aun así, añadió que era “absolutamente crucial” que los responsables políticos alemanes “prestaran mucha atención” a dónde se almacenan estos datos y quién tiene acceso a ellos.
“Ésta es una cuestión fundamental para proteger la competitividad de la industria alemana”, afirmó.
Este artículo fue escrito originalmente en alemán.




