El empate sin goles entre Central Córdoba y Racing en el Madre de Ciudades dejó algo más que un punto en el marcador. Apenas terminó el partido, Omar De Felippe dejó la pelota al costado y apuntó fuerte hacia la dirigencia del Ferroviario, que en las últimas horas le contestó con un extenso comunicado.
“Fue muy lindo lo de la Copa y todo lo que generaron estos chicos. Estoy agradecido al cuerpo técnico, pero algunas cosas todavía no se cumplieron. No cobraron el premio de la Copa Argentina que se ganó. Tenía que decirlo porque muchos no saben estas cosas”, disparó el entrenador, visiblemente molesto tras la igualdad con la Academia.
Sus palabras cayeron pesadas en Santiago del Estero y el club no tardó en salir a responder. En un texto difundido en sus redes oficiales, la institución expresó su “respeto y reconocimiento” hacia De Felippe, pero marcó diferencias claras con lo dicho en conferencia.
“El cuerpo técnico percibe sus haberes de manera anticipada, es decir, por adelantado”, aclararon, y remarcaron que ya se abonó el 92% de los premios pactados, quedando pendiente solo un 8%, que se cancelaría esta semana.
Además, el comunicado destacó “el constante esfuerzo económico y logístico” del club para garantizar viajes, hoteles, alimentación y las mejores condiciones de trabajo para el plantel. “Las declaraciones nos generan sorpresa, ya que no reflejan la realidad de los hechos ni el espíritu de colaboración que ha caracterizado la relación entre las partes”, cerraron desde el Ferroviario.
La tensión quedó servida. De Felippe, un técnico de perfil sereno pero de palabra firme, dejó expuesta una grieta que pocos imaginaban puertas adentro. Y mientras el equipo intenta sumar para acomodarse arriba, el ruido afuera del campo amenaza con colarse en el vestuario.
En Santiago del Estero, el silencio ya no suena igual. Y en ese eco, entre lo que se dice y lo que se calla, Central Córdoba juega otro partido: el de la credibilidad.






