Lo que parecía ser una noche de música se transformó en un fenómeno global. Durante un concierto de Juego de colesla famosa besar a la cámara captó a Kristin Cabot en brazos de Andy Byron, entonces CEO de Astronomer. La escena fue interpretada como una infidelidad y provocó una ola de especulaciones, mensajes de odio y hasta la renuncia de ambos a sus cargos en la compañía tecnológica.

Semanas después del episodio, Andrew Cabot, director ejecutivo de Privateer Rum, decidió dar su versión. A través de un portavoz, explicó a la revista Gente que la pareja ya estaba separada en privado y de forma amistosa antes del concierto.

Según la declaración, el divorcio “ya estaba en marcha” y lo sucedido en el estadio no fue una traición, sino parte de un proceso personal que no se había hecho público.

Andrew, que al momento del escándalo se encontraba en Japón por un viaje de negocios, pidió respeto y privacidad para su familia. Tiene dos hijos de un matrimonio anterior y aseguró que su intención es “cerrar este capítulo” y “volver al anonimato”.

Incluso su primera esposa, Julia Cabot, corroboró la versión en declaraciones al Correo diarioconfirmando que él le había comunicado la separación antes del episodio viral.

Silencio de los otros protagonistas

Hasta el momento, Kristin Cabot y Andy Byron no hicieron comentarios públicos sobre la naturaleza de su relación ni sobre lo ocurrido en el show. Tampoco lo hizo Megan Kerrigan Byron, esposa de Andy, quien, según el Correo diariodejó la casa que compartían tras la polémica.

Las imágenes de Kristin riendo y cubriéndose el rostro alimentaron durante semanas la idea de un romance oculto. Sin embargo, la declaración de Andrew reacomoda los hechos: lo que el público interpretó como una infidelidad habría ocurrido cuando la separación ya estaba definida.

Con este giro, la historia que comenzó en un estadio de Coldplay y se viralizó en todo el mundo se muestra bajo una luz menos escandalosa, aunque sus consecuencias marcaron a todos los involucrados.

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