En Yeda, Arabia Saudita, el ciclista profesional Ahmed Othman estableció un récord mundial al recorrer 300 metros en moto mientras hacía un wheelie sujetando el manubrio con los dientes. La prueba, que duró menos de un minuto, se realizó bajo estrictas medidas de seguridad y dejó impactados a los jueces de Guinness World Records.
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La maniobra consistió en levantar la rueda delantera y mantener la moto en equilibrio casi vertical. Othman extendió los brazos hacia los costados, apoyó un pie en el estribo y el otro en una barra metálica trasera. Gracias a la concentración y al uso de abundante equipo de protección, consiguió mantener la estabilidad hasta cruzar la meta y descender la rueda delantera con éxito.
“Ser amable no está de más. ¡Yo simplemente bloqueo a los que he pillado e ignoro al resto!”, comentó el piloto tras celebrar el logro junto a su equipo.
Guinness advirtió que el reto fue extremadamente peligroso y remarcó que solo profesionales altamente capacitados podían intentarlo. La organización destacó que Othman buscó mostrar su talento al mundo, pero insistió en que no debía ser replicado por el público general.
Este récord se sumó a otras marcas recientes en el motociclismo extremo. En agosto pasado, el británico Jonny Davies alcanzó 256,72 km/h siendo arrastrado por su moto sobre el asfalto, mientras que el sueco Magnus Carlsson llegó a 202,67 km/h haciendo un caballito sobre el manillar. También el francés Jonathan Vero recorrió más de 440 metros completamente envuelto en llamas.
Con esta nueva hazaña, Ahmed Othman quedó entre los protagonistas más arriesgados del motociclismo mundial, consolidando su nombre en la lista de récords de Guinness.