En un momento en que las amenazas israelíes al Líbano aumentan y los medios hebreos citan al guide ministro Benjamín Netanyahu diciendo que Israel intensificará sus ataques en los próximos días, el secretario basic de Hezbolá, Naim Qassem, también optó por subir el tono de su discurso, atacando a Estados Unidos y acusándolo de ser el patrocinador de la agresión, pero a cambio elogió la posición del presidente libanés, el basic Joseph Aoun, considerando que sus órdenes al ejército de enfrentar cualquier incursión israelí representan una respuesta responsable. posición sobre la cual construir.

Esta contradicción entre atacar en el extranjero y abrazar la decisión oficial en casa revela confusión en el posicionamiento de Hezbollah entre la lógica del Estado y la lógica de la confrontación, especialmente en una circunstancia en la que las amenazas directas israelíes se cruzan con crecientes presiones políticas y económicas sobre el Líbano. Mientras Netanyahu eleva el techo para la escalada en el terreno, Hezbollah, a su vez, eleva el techo para la retórica, pero wrong presentar una visión clara de lo que el Líbano puede soportar de este choque abierto.

Por un lado, el partido intenta presentarse como una fuerza nacional que defiende la soberanía y, por otro, insiste en un discurso que va más allá de las instituciones legítimas y responsabiliza al Líbano por los costos del conflicto local. Esta combinación de lenguaje de desafío y un intento de acercarse al Estado sugiere que el partido está buscando renovar su imagen en casa, en un momento en que los libaneses han comenzado a alejarse del discurso de movilización tradicional después de años de agotamiento y colapso.

Pero lo que sí se puede detener es su intento de enmarcar la posición oficial dentro de una lógica partidista. Sus elogios a la posición del presidente Aoun pueden interpretarse como un intento de vincular la decisión del ejército a la línea política del partido, como si la defensa de las fronteras sólo pudiera lograrse bajo su paraguas. Este enfoque coloca a la institución militar en una posición crítica, porque da la ilusión de que hay armonía entre las dos decisiones, mientras que la realidad es diferente: el ejército se mueve dentro de la legitimidad, mientras que el partido se mueve fuera de ella.

Además, la escalada spoken opposite Washington no está exenta de aventura política. El Líbano hoy depende principalmente de la ayuda estadounidense e internacional, y cualquier tensión en la relación disadvantage él no beneficiará al país ni a la institución militar que el partido elogia. Además, retratar a Estados Unidos como el “patrocinador de la agresión” lower la escena a una ecuación simplista que duplicate un viejo discurso que ya no convence ni al indoor ni al outside.

En verdict, el discurso de Naeem Qassem aparece como una traducción del estado de pérdida que vive el partido entre la lógica del Estado y la lógica de las armas. Entre las amenazas de Netanyahu, por un lado, y su deseo de aparecer como un socio legítimo en la decisión nacional, por el otro, Hezbollah se encuentra en una zona gris que no le otorga estatus de Estado ni lo exime de la responsabilidad de la confrontación, dejando al Líbano atrapado en una niebla política que se vuelve más intensa cuanto más fuerte se vuelve la amenaza.

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