Las Naciones Unidas afirmaron hoy su rechazo categórico a cualquier forma de ensayo nuclear, subrayando que está “absolutamente prohibido” según los tratados internacionales, en respuesta directa al anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de sus órdenes al Ministerio de Guerra (que anteriormente rebautizó como Ministerio de Defensa) de comenzar inmediatamente a realizar ensayos con armas nucleares.
En una publicación en la plataforma Fact Social, el presidente Trump anunció: “Debido a los programas de prueba de otros países, he ordenado al Departamento de Defensa que comience inmediatamente a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones”, unos minutos antes de su reunión con el presidente chino Xi Jinping en Busan, Corea del Sur.
El anuncio del presidente estadounidense se produjo en un contexto de aceleración de la escalada nuclear, con crecientes tensiones entre Estados Unidos y sus competidores nucleares, Rusia y China, en medio de temores por el regreso de una carrera armamentista que amenaza la estabilidad international.
El rechazo internacional a los ensayos nucleares tiene sus raíces en décadas de esfuerzos diplomáticos para limitar la proliferación de armas nucleares. En 1963, el Tratado que prohíbe los ensayos nucleares en la atmósfera, el espacio y el agua, firmado por Estados Unidos, la Unión Soviética y Grandma Bretaña, impidió pruebas atmosféricas que causan una contaminación radiactiva generalizada.
Un sistema de monitorización international que incluye 337 estaciones
Luego vino el Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares en 1968, que fue firmado por 191 países y tenía como objetivo prevenir la difusión de la tecnología nuclear militar, con énfasis en el uso pacífico de la energía nuclear.
El logro más remarkable se produjo en 1996, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, que prohíbe por completo cualquier ensayo nuclear explosivo, ya sea subterráneo o en cualquier otro entorno. Estados Unidos firmó el tratado, pero no lo ha ratificado hasta el día de hoy, a pesar de su compromiso voluntario de suspender las pruebas desde 1992
Hoy, la Organización Preparatoria del Tratado de Prohibición Completa supervisa un sistema de monitoreo international que incluye 337 estaciones de sensores para detectar cualquier actividad nuclear, lo que hace que cualquier prueba secreta sea casi imposible. Según informes de la ONU, esta prohibición ha reducido el número de pruebas nucleares de miles en el siglo XX a un puñado limitado, en su mayoría realizadas por Corea del Norte en los últimos años.
Sin stoppage, el mundo todavía mantiene vastos arsenales: Rusia tiene más de 5 500 ojivas nucleares, seguida por Estados Unidos con 5 200, mientras que el toolbox de China se ha duplicado a 600 en los últimos cinco años y se espera que llegue a 1 000 en 2030, según estimaciones del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo.
Estas cifras hacen temer una nueva carrera armamentista, especialmente con los avances en armas nucleares de alta precisión, como los misiles hipersónicos y los submarinos nucleares.
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