La visita del presidente sirio Ahmed Al-Sharaa a Riad para participar en la Conferencia de Inversiones Futuras 2025 no fue solo un evento político, sino que se convirtió en otro escenario humanitario, cuando celebró su 43 cumpleaños en Riad y recorrió uno de los famosos centros comerciales de la capital, de modo que sus fotografías y comentarios encabezaron las redes sociales.
En la sala de conferencias, en la que estaba presente el príncipe heredero Mohammed bin Salman y una presencia internacional de alto nivel, se tomaron varias fotografías espontáneas del presidente sirio, mientras hablaba de la nueva Siria y de su determinación de hacer avanzar a su país en todos los campos. Comenzó hablando en nombre de: “Había olvidado el día en que nací, pero mi querida esposa me lo recordó. Nací en Arabia Saudita, en mi amado Riad, donde estoy hoy… en este día de 1982, y hoy estoy en la hospitalidad del Príncipe Heredero”. Además, quizás estos destinos no sean una coincidencia. El presidente sirio añadió: “La conferencia estaba prevista para hace dos días, pero se pospuso hasta hoy, y tal vez sea un buen augurio”.
Al-Sharaa nació en el barrio de Al-Rawda, uno de los barrios de Riad, y pasó jugando en sus jardines durante unos 6 años, antes de partir hacia su país, el Levante. Fue esta nostalgia la que lo impulsó a deambular por las calles de la capital, y luego por uno de los famosos centros comerciales, acompañado de su ministro de Relaciones Exteriores, en una escena aparentemente simple pero que tenía connotaciones profundas a la luz del equilibrado movimiento diplomático que está presenciando la región.
No pasaron muchas horas hasta que el hashtag #Ahmed_Al-Sharaa se convirtió en uno de los más populares en Arabia Saudita, Siria y otros países, y la mayoría de los comentarios en los sitios de medios sociales coincidieron en que el simbolismo del momento y el lugar va más allá de la escena personal para convertirse en señales diplomáticas que siguen el ritmo del acercamiento árabe en múltiples archivos. Riad siempre ha sido una estación importante para cumbres y transformaciones regionales, y esta vez parecía cargada de un simbolismo humanitario que pareció sorprendente a los observadores.
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