Una filtración difundida en las redes sociales muestra al ministro del Néguev y Galilea, Yitzhak Wasserlauf, en una acalorada discusión con el ministro de Cultura y Deportes, Miki Zohar, dentro de una de las salas de gobierno, en una escena que sorprendió a los presentes y desató una polémica generalizada en los círculos políticos israelíes.
La filtración, que fue publicada por los medios hebreos, mostró al Ministro Wasserlauf del partido Otzma Yehudit irrumpiendo enojado en la sala, dirigiendo duras críticas al Ministro Zohar del gobernante Partido Likud, antes de que el altercado verbal se convirtiera en una fuerte confrontación que casi se convirtió en una pelea a puñetazos si los presentes no hubieran intervenido para contener la situación.
El incidente ocurrió durante una reunión dedicada a discutir la distribución de posiciones gubernamentales dentro de lo que los periódicos israelíes describen como el “acuerdo de solución más amplio” entre los partidos de derecha. Según informó el diario Yedioth Ahronoth, la disputa giró en torno a la objeción del partido Otzma Yehudit a lo que consideró una “marginación deliberada” de su partido al compartir cargos dentro de las instituciones oficiales.
Los informes hebreos afirmaron que el Ministro Miki Zohar está liderando negociaciones en nombre del Partido Likud para formar una nueva coalición que incluya varias sectas de la derecha israelí, incluidos los partidos Shas, Sionismo Religioso y Alcohol Lavan, mientras que el partido Otzma Yehudit busca aumentar su representación en el próximo gobierno.
El ministro Wasserlauf dijo durante el enfrentamiento: “No aceptaremos que nos ignoren como si fuéramos una decoración política. Somos verdaderos socios en la decisión”, mientras que el ministro Zohar respondió tajantemente diciendo: “Basta de hacernos la víctima. Buscamos unir las filas, no dividirlas”, según informó el Canal 12 hebreo.
Esta tensión política se produce a la luz de los esfuerzos por formar una nueva coalición de gobierno que una a los partidos de derecha, en medio de agudos desacuerdos sobre la distribución de las carteras ministeriales y la disposición de las prioridades dentro del gobierno, lo que refleja la fragilidad de los equilibrios dentro del escenario político israelí.
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