Escribir testamentos era natural desde la antigua Roma; ya en la Ley de las Doce Tablas, alrededor del año 451 a.C., se reconocía el derecho a decretar la herencia. En Suecia, las normas estaban claramente escritas en la ley de 1734. Ahora, cada vez más personas también empiezan a pensar en lo que sucederá con su legado digital cuando mueran.

La Fundación Internet entrevistó a 2.725 suecos en el marco del informe “Los suecos e Internet”. Y resulta que pocos suecos han redactado un testamento digital en sus redes sociales. Menos de uno de cada diez ha redactado algún tipo de testamento sobre lo que sucederá tras su muerte. Esto a pesar de que 93 por ciento de los suecos más de ocho años han utilizado las redes sociales en 2025, según el informe “Los suecos e Internet 2025”.

Fuente