La protesta comenzó en barrios como Condesa y Roma, pero se volvió violenta cuando algunos dañaron propiedades y acosaron a turistas. Durante la marcha se vieron carteles como “Gringo, deja de robar nuestra casa” y “Regulación de viviendas ya”.
Reacción presidencial
La presidenta Claudia Sheinbaum condenó los actos xenófobos y afirmó que “no es aceptable pedir que personas de cualquier nacionalidad dejen nuestro país”. Sheinbaum recordó que México siempre ha sido una nación abierta y fraternal.
Causas subyacentes
Los residentes están molestos por el aumento de turistas extranjeros, especialmente de EE. UU., que han subido los precios de la vivienda y desplazado a los locales. Esto comenzó en 2020, cuando muchos estadounidenses se mudaron a Ciudad de México para trabajar durante la pandemia. También, el uso de plataformas como Airbnb ha empeorado la situación.
Demandas de los manifestantes
El Frente Antigentrificación de Ciudad de México, organizador de la protesta, rechazó la violencia y dijo que la manifestación fue una respuesta a la falta de regulación en el mercado inmobiliario. Piden controles de alquiler, leyes más estrictas para proteger a los inquilinos y políticas que den prioridad a los mexicanos en el acceso a la vivienda.
Conclusión
Las protestas en Ciudad de México reflejan la creciente preocupación por el turismo masivo y la gentrificación. Aunque Sheinbaum condenó los actos xenófobos, también reconoció que es necesario abordar las causas de estas tensiones para asegurar una convivencia armoniosa y sostenible.