Dos hombres detenidos por las autoridades francesas este fin de semana cuando intentaban huir del país admitieron “parcialmente” su participación en un espectacular robo de joyas por valor de 88 millones de euros (102 millones de dólares) en el Museo del Louvre el domingo 19 de octubre, dijo el miércoles la fiscal de París, Laure Beccuau.
En una conferencia de prensa, Beccuau dijo que los hombres enfrentan cargos preliminares de robo cometido por una pandilla organizada y conspiración criminal.
Después de sus arrestos en el aeropuerto Charles de Gaulle y en Seine-Saint-Denis, un suburbio del norte de París, los dos hombres fueron detenidos. Los fiscales tuvieron que presentar cargos, liberarlos o solicitar una prórroga judicial para retenerlos durante más de 96 horas después de su detención.
Todavía no tengo idea de dónde podría estar el botín histórico del Louvre
Al menos dos autores más siguen prófugos. Quizás lo más importante sean las joyas históricas de la corona sustraídas durante el atraco.
En su carrera contra el tiempo, las autoridades temen que las joyas robadas, que incluían coronas, broches y collares napoleónicos, probablemente hayan sido rotas, fundidas y las miles de piedras preciosas y diamantes que contienen recortadas para ocultar su procedencia histórica.
Su destrucción sería una pérdida evidente para la nación francesa y su gente, pero también para el museo, más aún si se tiene en cuenta que las joyas no estaban aseguradas de forma privada debido a su valor extremo, lo que significa que el Louvre no recibirá ningún pago del seguro.
El jefe de policía dice que no hay soluciones fáciles
Esta semana, el jefe de policía de París, Patrice Faure, dijo que el sistema de seguridad del museo estaba obsoleto e insuficiente, y señaló que los ladrones habían aprovechado lagunas evidentes en el mismo.
El sistema, que es analógico y no permite compartir imágenes en tiempo real, tampoco es accesible para la seguridad del Louvre, dijo Faure, debido a un error administrativo que llevó a la expiración de la autorización de funcionamiento del museo en julio.
Faure dijo que aunque “los oficiales llegaron extremadamente rápido” ya estaban retrasados debido a retrasos que se produjeron dentro del sistema. De hecho, la policía no fue alertada en absoluto por el sistema de alarma del museo, sino más bien por un ciclista que llamó después de ver a hombres en una carretilla elevadora afuera del museo el domingo por la mañana temprano.
Faure dijo a los legisladores franceses que los llamados instintivos a una mayor presencia policial frente al museo eran inútiles, diciendo que “este problema no es un guardia en una puerta, es acelerar la cadena de alerta”.
En cambio, Faure pidió a los políticos que autoricen herramientas que hasta ahora han permanecido prohibidas por razones de privacidad, como los sistemas de detección de anomalías mediante IA y de seguimiento de objetos para señalar actividades sospechosas y permitir el seguimiento de vehículos u objetos individuales a través de las cámaras de vigilancia de la ciudad en tiempo real.
Una renovación del museo y su sistema de seguridad por valor de 93 millones de dólares, que se esperaba desde hace mucho tiempo, dijo Faure, “no estará terminada antes de 2029-2030”.
Editado por Sean Sinico
 
 
