Charlie Kirk, de 31 años, el ultraderechista asesinado este miércoles, fue el fundador de la organización conservadora Turning Point USA, una de las caras jóvenes del movimiento Make America Great Again (MAGA) y partidario del derecho a portar armas.
Nacido en Arlington Heights, al norte de Chicago, en 1993, creció en una familia de clase media con raíces cristianas, su padre trabajaba en el sector inmobiliariomientras que su madre se ocupaba del hogar.
Durante su paso por la Wheeling High School, se involucró en debates estudiantiles y comenzó a interesarse por las ideas republicanas, según ha dicho en entrevistas y agregar que no fue un gran estudiante por lo que no estudió en la universidad pero se acercó a edad temprana a la política.
Kirk se hizo conocido, con apenas 18 años, en 2012, luego de fundar Turning Point y organizar giras universitarias en las que debatía con estudiantes liberaleslo que lo catapultó como referente juvenil conservador.
Turning Point USA nació con el objetivo de difundir valores conservadores y de libre mercado en los campus universitarios de Estados Unidos y ha crecido hasta convertirse en un foro clave en el movimiento MAGA (Make America Great Again).
Con sede en Arizona, la entidad ha crecido rápidamente y hoy mantiene presencia en cientos de universidades y escuelas secundarias. Sus conferencias anuales reúnen a miles de jóvenes y a figuras destacadas del Partido Republicano.
Además de su activismo juvenil, Turning Point se ha convertido en un espacio de respaldo al expresidente Trump. La organización moviliza voluntarios, organiza entrenamientos políticos y se ha consolidado como un brazo visible del movimiento MAGA en el ámbito estudiantil.
Una década después, ya casado y con dos hijos pequeños, Kirk se convirtió en un aliado directo de Trump, con quien apareció públicamente en la Casa Blanca en 2019 durante visitas de jóvenes conservadores y posteriormente con un rol activo en actos de campaña en 2024.
Kirk había opinado en abril de 2023 que las muertes por arma de fuego eran “desafortunadamente” un precio que valía la pena pagar para preservar la Segunda Enmienda de la Constituciónque garantiza el derecho a portar armas, comentario que emitió tras un tiroteo en una escuela de Nashville, Tennessee, en el que murieron tres adultos y tres niños.
Además, había generado controversia por sus posturas contra la migración, el feminismo y la diversidad en los campus, lo que le granjeó críticas y confrontación con líderes demócratas; y minimizó el impacto de la pandemia de coronavirus.