La actividad industrial mostró en julio un freno en su incipiente recuperación y mantuvo los indicadores por debajo del umbral de expansión. Según el Monitor de Desempeño Industrial (MDI) de la Unión Industrial Argentina (UIA), el índice se ubicó en 45,3 puntos, encadenando trece relevamientos consecutivos en zona de contracción.
Si bien mejoró un punto frente al mismo mes de 2024, se mantuvo prácticamente estable respecto de abril, confirmando que la industria sigue atravesando una etapa de ajuste y recomposición lenta
El relevamiento mostró que el 36,3% de las empresas redujo su producción frente al promedio del segundo trimestre, mientras que solo el 21,8% reportó incrementos.
Esto implica un retroceso en el índice de difusión de producción (que cayó 14,4 puntos), luego de los signos de recuperación observados en octubre del año pasado.
Las ventas internas replicaron la tendencia: el 43,5% de las compañías informó caídas y apenas el 18,6% experimentó subas, lo que llevó el índice de difusión a -25 puntos. Los sectores más golpeados fueron calzado, textiles y edición e impresión
En el frente externo, las exportaciones mostraron un desempeño algo menos contractivo. El 30,5% de las firmas declaró caídas y el 16,6% alzas, reduciendo la brecha negativa en comparación con el relevamiento previo. Aun así, el índice se mantuvo en terreno negativo (-14 puntos)
La encuesta reflejó, asimismo, un deterioro en el mercado laboral industrial. El 24,4% de las empresas redujo su dotación de personal, el nivel más alto de la serie y superior incluso al de abril de 2024.
Además, por primera vez en cuatro relevamientos, la reducción de personal (19,4%) superó a los ajustes de turnos, lo que indica que las compañías están pasando a una etapa de recorte más estructural.
El costo laboral fue identificado como el principal componente del aumento de costos (42,1%), seguido por las materias primas nacionales (20,7%)
La demanda interna fue señalada como el desafío más relevante (40,1% de las respuestas), en especial la proveniente de otras industrias.
También preocupan las dificultades para competir con productos importados y el avance del contrabando: más de la mitad de las empresas percibió un aumento en la oferta informal y un cuarto señaló que ese incremento fue significativo
En cuanto a las expectativas, se moderó el optimismo. Solo el 48,6% de las empresas prevé una mejora en su situación económica a un año vista, contra 57,8% en el relevamiento anterior.
La utilización de la capacidad instalada promedió 55,8% y el 87,5% de las firmas proyecta alcanzar su nivel óptimo recién en 2026 o más adelante.
Si bien el 62,5% considera que es un buen momento para invertir en innovación y procesos, apenas el 45,2% cree que lo es para adquirir maquinaria y equipo, el valor más bajo de los últimos tres relevamientos