La victoria del Real Madrid por 1-0 sobre la Juventus en la Liga de Campeones de la UEFA fue más que una victoria rutinaria: fue una muestra de la brillantez turca.
Arda Güler, el prodigio del Real Madrid de 20 años, deslumbró al público local con una actuación serena y dominante que le valió el premio al Jugador del Partido y la ventaja sobre su compatriota, el capitán de la Juventus, Kenan Yıldız.
duelo turco
La noche fue anunciada como el “Derby turco” mucho antes del inicio y el espectáculo hizo honor a su nombre.
Dos de las estrellas jóvenes más brillantes de Türkiye, ambas en la lista de nominados al premio Golden Boy, se enfrentaron por primera vez.
Y aunque el gol oportunista de Jude Bellingham en el minuto 57 selló los puntos para el Real Madrid, fue el dominio del juego de Güler lo que dejó una marca indeleble.
Dictando el ritmo desde el centro del campo, Güler estaba en todas partes: pasando pases a través de la tenaz defensa de la Juventus, ganando duelos y presionando sin descanso.
Su movimiento entre líneas estiró continuamente la forma de la Juventus y fue su fuerte presión en lo alto del campo lo que forzó la pérdida de balón que condujo al gol decisivo de Bellingham.
En todo el campo, Kenan Yıldız encarnaba resiliencia y liderazgo.
Con la icónica camiseta número 10 de la Juventus y capitaneando su equipo con sólo 20 años, el creador de juego nacido en Ratisbona trabajó incansablemente, vinculando el juego, cubriendo terreno y predicando con el ejemplo.
Incluso en la derrota, se comportó como un veterano, una señal de por qué la Juventus le confió el brazalete.
Caminos paralelos, destinos diferentes
Sus viajes han estado notablemente entrelazados pero definidos de manera única.
Güler, apodado “el Messi turco” en sus inicios, por su arte y visión, soportó una frustrante temporada de debut en Madrid después de su transferencia de 20 millones de euros (23,2 millones de dólares) procedente del Fenerbahçe en 2023, y pasó gran parte de ella marginado por lesión.
Pero 2025 ha marcado su verdadera llegada.
Con Xabi Alonso, Güler ha florecido: siete titularidades en los primeros diez partidos del Real en todas las competiciones, tres goles, cinco asistencias y un aura creciente de confianza que se refleja en cada toque.
Mientras tanto, el ascenso de Kenan Yıldız ha sido una historia de madurez constante.
Desde que dejó la academia del Bayern de Múnich en 2022, se ha convertido en una piedra angular de la reconstrucción de la Juventus.
Con su equilibrio entre estilo y valor, se ha ganado comparaciones con Del Piero, aunque su identidad ahora es claramente suya.
Entró en este partido con tres goles y dos asistencias esta temporada y una actuación estelar en las eliminatorias europeas de Türkiye, donde marcó en la victoria por 2-1 sobre Hungría.
Su capitanía en Madrid fue más que simbólica: fue una transferencia de confianza de los veteranos de la Juventus a su futuro.
Flujo de batalla
El Real Madrid controló la posesión en la primera mitad, pero la profunda línea defensiva y el compacto mediocampo de la Juventus hicieron que los avances fueran raros.
Destacaba la compostura de Güler; dictó el ritmo, cambiando el juego sin esfuerzo y creando medias oportunidades para Kylian Mbappé y Vinicius Junior.
Su recorte en el minuto 20 estuvo a punto de marcar el primer gol, pero el portero de la Juventus, Michele Di Gregorio, realizó una impresionante parada.
Yıldız respondió con sus propios estallidos de brillantez.
En el minuto 23, combinó perfectamente con Dusan Vlahovic, obligando a Thibaut Courtois a realizar una parada rasa que le recordó al Madrid por qué el joven turco está tan bien valorado.
Cuando Güler superó a Manuel Locatelli con una nuez moscada a los 32, Yıldız inmediatamente se deslizó para una entrada limpia y decisiva, el duelo provocó aplausos de ambos banquillos.
A medida que avanzaba el partido, la perseverancia de Güler rompió la resistencia de la Juventus.
Su presión desencadenó la pérdida que desembocó en el disparo de Vinicius al palo y la fácil definición de Bellingham.
Momentos después, estuvo a punto de volver a ser proveedor, al realizar un pase perfecto a Mbappé que solo fue rechazado por una doble parada de Di Gregorio.
Yıldız, que seguía predicando con el ejemplo, se hundió más para ayudar a la Juventus a recuperar el control, pero el ataque del equipo italiano careció de precisión para capitalizar.
Cuando ambos jugadores fueron sustituidos en el minuto 74 (Güler recibió una gran ovación y Yıldız con frustración grabada en su rostro), la multitud supo que habían sido testigos de algo especial: el surgimiento de una rivalidad definida no por la enemistad, sino por la excelencia.
Respeto y orgullo
Tras el pitido final, sus palabras reflejaron su respeto. “Jugar contra Kenan, mi hermano, lo hace aún más especial”, dijo Güler, sonriendo mientras la multitud del Bernabéu coreaba su nombre.
Yıldız, cortés a pesar de la derrota, añadió: “Arda es extraordinario. Hace que el juego parezca fácil. Esto duele, pero me empuja a trabajar más duro”.
Su abrazo después del partido se volvió viral en Türkiye: un momento de unidad que trascendió la competencia.
La publicación de la UEFA en las redes sociales celebrando el “Derby turco” atrajo casi 200.000 interacciones y los aficionados turcos en X e Instagram inundaron las líneas de tiempo con orgullo.
Para el Real Madrid, la victoria prolongó su inicio de temporada invicto y solidificó su posición en la cima tanto de La Liga como de la fase de la Liga de Campeones.
Para la Juventus, fue otro revés en una campaña turbulenta, pero también una prueba de que su joven líder tiene la mentalidad para sacarlos adelante.







