En un desarrollo tecnológico, los departamentos de policía y las oficinas del sheriff de Estados Unidos están siendo testigos de una creciente difusión del uso de drones impulsados por inteligencia artificial en procesamientos, investigaciones, situaciones de emergencia e incluso para entregar la droga Narcan para salvar vidas en caso de sobredosis.
Según Axios, esta tecnología surge en medio de desafíos de escasez de recursos humanos y presiones para reducir las tasas de delitos violentos, pero plantea dudas sobre la censura y la protección de la privacidad.
Estado actual
A finales de 2024, alrededor de 1.500 departamentos de policía y oficinas del sheriff habían utilizado drones, un 150% más que en 2018, pero este año, ciudades como Miami, Cleveland, Columbus en Ohio y el Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg en Carolina del Norte anunciaron nuevos programas de drones, mientras que otras ampliaron sus flotas.
Costo más bajo que los helicópteros.
Los informes de los medios indican que el costo de estos aviones es mucho menor que el de los helicópteros tradicionales y se financian cada vez más a través de subvenciones federales y presupuestos gubernamentales, mientras que la necesidad de esta tecnología aumentó después del asesinato de George Floyd en 2020, lo que generó preocupaciones sobre la seguridad de los oficiales y el uso de fuerza excesiva.
En Minnesota, las agencias gastaron más de 1 millón de dólares en drones en 2023, un aumento del 44% respecto al año anterior.
Un análisis realizado por Axios mostró que la mayoría de las principales áreas metropolitanas de Estados Unidos tienen agencias policiales que utilizan drones, incluso si las principales ciudades no han anunciado públicamente su uso.
¿Cómo funcionan los aviones y sus misiones?
Estos aviones se utilizan para vigilancia, búsqueda y rescate, documentación de accidentes e investigaciones de escenas de crímenes, ya que proporcionan visión aérea instantánea y datos precisos equipados con inteligencia artificial, cámaras y sensores que pueden analizar las imágenes y tomar medidas en base a ellas.
Las misiones de estos aviones incluyen localizar personas desaparecidas, leer matrículas, monitorear multitudes, reconstruir escenas de accidentes y evaluar eventos como tiroteos o desastres naturales. También se utilizan como unidades de primera respuesta a llamadas al 911, entregando suministros como Narcan.
En Albuquerque, por ejemplo, se están utilizando drones para perseguir a ladrones de automóviles, y la policía recibe permiso de la Administración Federal de Aviación para operarlos sin una línea de visión directa.
“Los aviones ofrecen una mejor visión de la situación y permiten identificar a los sospechosos inmediatamente después de que se produce un delito, lo que ha contribuido a una reducción significativa del robo de coches en los últimos ocho años”, afirma Gilbert Gallegos, portavoz de la policía de Albuquerque.
Desafíos y preocupaciones
Esto se debe a que la efectividad de los drones requiere vincularlos a sistemas avanzados de análisis de datos, como señaló Mauricio Kleinburg de Seguritech. Pero Beryl Lipton, de la Electronic Frontier Foundation, advirtió sobre la falta de transparencia sobre cómo la policía utiliza estos datos o los almacena en empresas privadas.
Cabe señalar que estos drones son capaces de recopilar datos biométricos precisos, como la frecuencia cardíaca y la presión arterial, desde una distancia de 500 metros, lo que genera preocupaciones sobre la invasión de la privacidad. Además, las leyes actuales no han seguido el ritmo de estas capacidades tecnológicas.
Por otra parte, se está siguiendo de cerca una demanda presentada por la ACLU del norte de California contra el condado de Sonoma, acusando a la policía de recopilar imágenes de patios traseros y piscinas sin orden judicial, ya que la demanda puede definir los límites del uso policial de drones en el futuro.
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