El cierre del gobierno en Estados Unidos comenzó el 1 de octubre y no se vislumbra un final. Como consecuencia de la congelación del presupuesto, el presidente estadounidense, Donald Trump, ya ha anunciado los primeros despidos de empleados federales. Pero, ¿qué significa realmente el término “apagado”? ¿Y cuánto podría durar?

¿Qué es un cierre?

En la política estadounidense, se produce un “cierre” cuando el Congreso (el Senado y la Cámara de Representantes) y el presidente no logran ponerse de acuerdo sobre la liberación de nuevos fondos presupuestarios. Si no se aprueba ningún presupuesto, ni siquiera uno de transición, el gobierno no puede aprobar nuevos gastos, lo que significa que gran parte de la administración estatal deja de trabajar temporalmente.

La base legal para esto la proporciona la “Ley Antideficiencia”, promulgada por primera vez en 1884. Prohíbe al gobierno federal gastar dinero sin la aprobación previa de la legislatura.

Eso es lo que pasó la semana pasada. Hasta el último minuto, había esperanzas de que el Congreso acordara la financiación. Pero cuando no se materializó ningún acuerdo, comenzó el cierre, con el gobernante Partido Republicano y el opositor Partido Demócrata culpando cada uno al otro lado por la situación.

¿Con qué frecuencia se producen los cierres?

Ha habido 21 cierres desde 1976, incluido el que está actualmente en marcha. El cierre más largo duró desde diciembre de 2018 hasta enero de 2019, un total de 35 días, también bajo el presidente Trump, durante su primera administración.

En ese momento, el Congreso se negó a asignar 11.000 millones de dólares (9.500 millones de euros) para construir un muro en la frontera con México. Al final, se aprobó un presupuesto que excluía precisamente esos fondos.

Dos hombres miran el muro fronterizo con México cerca de Tijuana
La financiación para la construcción del muro fronterizo con México, que se muestra aquí cerca de Tijuana, fue la causa del último cierre en 2018-2019.Imagen: Carlos Moreno/Anadolu/Picture Alliance

¿Cuáles son las consecuencias del cierre?

Se estima que 750.000 empleados federales se han visto obligados a tomar licencias por la congelación del presupuesto. Estos trabajadores pertenecen principalmente a la administración federal, pero también se encuentran en el sector de la aviación y en instituciones públicas como parques nacionales y museos estatales. Esto significa que el cierre también puede afectar a los turistas: durante un cierre en 2013, se rechazó la entrada a varios millones de visitantes a parques nacionales y museos estatales.

Sin embargo, la policía, la protección fronteriza, los hospitales y el control del tráfico aéreo siguen operativos, aunque a veces de forma más limitada porque el personal de apoyo ha sido suspendido.

Esto tiene graves consecuencias tanto para la población en general como para los propios empleados. Desde el último cierre en 2018-2019, ha existido una ley que garantiza los salarios atrasados ​​para todos los empleados federales afectados tan pronto como se implemente un nuevo presupuesto. Pero aún está en duda si eso se podrá aplicar esta vez.

La administración Trump ya ha dado instrucciones a varias agencias federales para que consideren despidos permanentes; mientras tanto, los pagos atrasados ​​no están garantizados para los subcontratistas gubernamentales. Y debido a que muchos estadounidenses carecen de ahorros, una brecha en su salario podría ser financieramente devastadora incluso si les pagan en una fecha posterior.

¿Por qué fracasaron las negociaciones?

Esta vez, el tema principal es la política sanitaria. Los demócratas exigen que los republicanos sigan apoyando a los estados a la Ley de Atención Médica Asequible, también conocida como Obamacare, el sistema de seguro médico introducido durante la presidencia de Barack Obama. También están haciendo campaña para revertir los recortes a Medicaid, un programa de atención médica para ciudadanos de bajos ingresos. Estos recortes fueron parte de la Ley One Big Beautiful Bill de Donald Trump, que se aprobó en julio.

Los republicanos rechazan tajantemente estas demandas y alegan que los demócratas también quieren destinar fondos sanitarios a personas sin documentos válidos, lo que este último partido ha negado.

Una ligera proyección en Washington DC en apoyo a los objetivos de los demócratas
Una ligera proyección en Washington DC en apoyo a los objetivos de los demócratas Imagen: Paul Morigi/Getty Images

¿Cómo podría Trump beneficiarse del cierre?

Para los demócratas, el cierre es un arma de doble filo. Por un lado, el presupuesto es una de las pocas formas en que el partido puede contrarrestar el impulso del presidente estadounidense hacia la consolidación política. Por otro lado, Trump ha acogido con agrado el cierre como una oportunidad para reducir aún más el tamaño del aparato estatal. Ya había anunciado los primeros despidos de funcionarios gubernamentales el domingo pasado y actualmente está en marcha el despido definitivo de funcionarios federales, dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca en Washington.

“Todo se debe a los demócratas. Los demócratas están provocando la pérdida de muchos puestos de trabajo”, afirmó.

Mientras tanto, también se dice que los subsidios para proyectos climáticos por valor de casi 8 mil millones de dólares (6,9 mil millones de euros) están en peligro.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una celebración de la Marina en Norfolk, Virginia.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en una celebración de la Marina el 6 de octubre: ¿Podría la congelación del presupuesto funcionar a su favor?Imagen: Kyle Mazza/Anadolu/IMAGO

¿Qué pasa después?

Aún no está claro cuánto durará el cierre. El Congreso debe llegar a un acuerdo, pero las dos partes siguen atrincheradas en sus posiciones. La congelación del presupuesto sólo terminará una vez que se haya aprobado un presupuesto de transición, para el cual los republicanos necesitarían al menos 60 de los 100 votos del Senado. Como ellos solo tienen 53 escaños, dependen de siete votos de los demócratas.

Y aunque los demócratas quieren más concesiones en materia de política sanitaria, están bajo presión de los votantes para llegar a un acuerdo y poner fin al cierre.

Este artículo fue publicado originalmente en alemán.

Fuente