FEl libro del periodista y periodista Anders Rydell “Stolen Music” (2024), que concluye su trilogía sobre el saqueo de la cultura judía por parte de los nazis, despertó la idea de la directora Sofia Winiarski para este concierto escénico que comienza con fragmentos musicales repetidos y débiles que forman el fondo para el público.
El actor Magnus Roosmann marca la pauta con franqueza y presencia. A través de él conocemos a músicos y compositores que fueron deportados de sus hogares en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, y en algunos casos sobrevivieron mientras que otros terminaron sus días en el infierno de los campos. Son breves testimonios, cartas e instantáneas que inciden en su sobria crueldad, la factibilidad del manejo en los campos de concentración y la lógica de la guerra.