Para él, la vida del atleta no se mide en sacrificios, sino en elecciones: “Prefiero acostarme temprano, cuidar la comida y no ir a todas las juntadas. Eso marca la diferencia en el rendimiento”, dijo, antes de poner el acento en la importancia del calzado, la hidratación y la nutrición. “Un par de zapatillas dura entre 800 y 1.000 kilómetros; eso hay que tener en cuenta. Además, no hay que esperar a tener sed para tomar agua. Todo se entrena; desde la técnica de carrera hasta cómo tolerás un gel o una barrita”, explicó.

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