Irak pretende duplicar con creces los flujos de petróleo crudo a través del recientemente reabierto oleoducto Kirkuk-Ceyhan para el próximo año, según un funcionario de la comercializadora estatal de petróleo SOMO.
La reapertura del oleoducto se produce en un contexto de aumento de la oferta mundial a medida que los productores de la OPEP aumentan la producción para ganar participación de mercado.
Mientras tanto, Irak se ha visto bajo presión de Estados Unidos para reanudar los flujos de petróleo del Gobierno Regional del Kurdistán (GRK), mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, busca reducir a cero las exportaciones de petróleo iraní bajo una campaña de máxima presión contra Teherán.
SOMO apunta a producir entre 400.000 y 500.000 barriles por día (bpd) para 2026, dijo Rikan Kareem el martes en una conferencia en Londres. Los flujos de los oleoductos estaban funcionando entre 150.000 y 160.000 bpd el lunes después de su reapertura el 27 de septiembre.
Las empresas a las que se les debe petróleo en virtud de acuerdos de pago anticipado anteriores con el GRK, que ya no comercializa el crudo después de que SOMO asumió el control, tendrán prioridad para las asignaciones de carga, dijo Kareem.
El petrolero Vallesina ha sido reservado para cargar 700.000 barriles de crudo del KRG en el puerto Ceyhan de Türkiye el jueves, dijeron el martes dos fuentes de la industria.
Será el primer petrolero que cargue crudo del KRG desde la reanudación de los flujos desde la región a Türkiye.
Las exportaciones se detuvieron tras un fallo de arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) que Türkiye está apelando.
La CPI ordenó a Ankara pagar a Bagdad 1.500 millones de dólares en daños por lo que dijo eran exportaciones no autorizadas por parte del GRK entre 2014 y 2018.
Türkiye, por otra parte, dijo que la CPI había reconocido la mayoría de las demandas de Ankara.
En julio, Ankara presentó un borrador de propuesta a Bagdad para renovar y ampliar un acuerdo energético entre los dos países para cubrir la cooperación en petróleo, gas, petroquímicos y electricidad.
La Asociación de la Industria del Petróleo de Kurdistán (APIKUR), que representa a las empresas petroleras internacionales en la región iraquí, estimó las pérdidas para Irak desde el cierre del oleoducto en más de 35 mil millones de dólares.
Irak es miembro fundador de la OPEP y las ventas de petróleo crudo representan el 90% de los ingresos del país.
La reanudación de los flujos de petróleo del GRK aumentará las exportaciones de Irak a casi 3,6 millones de bpd en los próximos días, según funcionarios.