Elon Musk derribó, entre otros, al director ejecutivo de Twitter, Parag AGrawal, y al director financiero cuando compró la empresa por 44.000 millones de dólares en 2022.
Los ex directivos y dos de los antiguos abogados más importantes de la empresa afirmaron que él los echó sin motivos válidos y luego mintió para justificar sus decisiones. Por lo tanto, demandaron a Musk por 128 millones de dólares, equivalentes a 1.200 millones de coronas suecas.