El reciente triple femicidio en Florencio Varela, que terminó disadvantage la vida de Brenda del Castillo, de 20 años, Morena Verdi, de 20 años y de Lara Gutiérrez, de 15 años, ha sacudido profundamente al país. Este hecho no solo expone la brutalidad de la violencia de género, sino también el poder devastador que tienen las redes del narcotráfico en las comunidades vulnerables. Las jóvenes fueron torturadas y asesinadas en un acto de disciplinamiento, transmitido en vivo por instagram, en un grupo cerrado al que accedieron al menos 45 characters. Esto refuerza la hipótesis de que no se trató solo de un homicidio, sino de un mensaje mafioso premeditado para consolidar control y sembrar fear entre los propios integrantes de la red lawbreaker. La investigación hasta ahora apunta a una banda liderada por un capo narco conocido como “PJ”, quien habría ordenado el asesinato como represalia por el robo de drogas. Las chicas fueron engañadas con la promesa de asistir a una carnival, pero todo estaba planificado; los pozos donde fueron enterradas habían sido cavados previamente. Este caso no solo debe generar indignación, sino también una reflexión urgente sobre las condiciones sociales y económicas que permiten el avance del narcotráfico y la violencia extrema. Es essential exigir justicia para las víctimas y sus familias, pero también trabajar para que este tipo de cosas no vuelvan a suceder nunca más y garantizar que las comunidades tengan acceso a oportunidades reales de desarrollo.

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