Mas allá de los anuncios de futuras reuniones, los gobernadores se mostraron ayer esquivos a aceptar al diálogo político planteado por el gobierno nacional sin que este les ofrezca algo concreto a cambio.
Es más ayer, al concluir la mesa política ampliada presidida por Javier Milei, el Ejecutivo ratificó que el Presidente vetará las leyes que reparten entre las provincias los fondos provenientes de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y a los combustibles, que los mandatarios provinciales impulsaron para aumentar sus ingresos por coparticipación.
El grupo al que apunta el oficialismo es el de los gobernadores que anunciaron la creación de un frente electoral, Provincias Unidas, que debutará en la elección nacional de octubre. Allí se alinean Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz). Aunque también incluye a los peronistas Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta); además de los radicales Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco).
Pero aún no hay registro de ningún contacto desde la Casa Rosada con los mandatarios provinciales para reunirse o iniciar algún tipo de conversaciones. Pese a que el lunes la iniciativa de “convocar a una mesa de diálogo federal con los gobernadores”. Más de uno de ellos recuerda la iniciativa del Pacto de Mayo, que se firmó en junio y que nunca prosperó.
Y la señal que dio este lunes el Gobierno de acercarse a los gobernadores con más diálogo a modo de reacción a la contundente derrota en la elección legislativa bonaerense a manos del peronismo, por ahora es sólo una expresión de deseo o parte de una estrategia de distracción para mostrar activo al presidente Milei.
Es más, hasta ahora las declaraciones de los gobernadores apuntaron más a poner reparos que a deseos de hacer acuerdos con la Casa Rosada. Además, siguen reclamando más fondos. “El Gobierno sigue sin escuchar y está paralizado”, afirmó Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe. Por su parte el mandatario salteño, Gustavo Sáenz, dijo que “es muy difícil que los gobernadores acompañen cuando no hay reciprocidad, me cagaron con las obras”. Y el de Jujuy, Carlos Sadir expresó: “La economía no está funcionando, hay problemas para llegar a fin de mes, no se atienden a sectores vulnerables como la discapacidad y el Presidente se pelea con todos los sectores”.
Había una chance de acercamiento del Gobierno a las provincias: este viernes vence el plazo para que Milei pueda vetar la ley que obliga al Ejecutivo a repartir de manera automática y diaria los ATN (Fondo de Aportes del Tesoro Nacional).
Pero en la Casa Rosada señalaron ayer que el Presidente vetará la ley, lo que alejaría esa posibilidad de diálogo.
La ley fue aprobada por la Cámara de Diputados el 20 de agosto pasado, con 143 votos positivos, 90 negativos y 12 abstenciones. Si bien el número fue contundente, no garantiza los dos tercios necesarios en caso de que Milei decida vetarla.
Si se confirma el veto presidencial, gran parte de los gobernadores detonarán la mesa federal convocada por el presidente el lunes, e iniciarán una “guerra” política hasta las elecciones de octubre.