El entorno de Europa está luchando, según a un informe publicado el martes por la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEE).
El informe encontró que la naturaleza en Europa enfrenta niveles de degradación, sobreexplotación y pérdida de biodiversidad que representan una amenaza directa para la estabilidad europea, la seguridad y los niveles de vida.
Publicado cada cinco años por la agencia de la UE con sede en Copenhague, el informe es la evaluación más completa del medio ambiente, el clima y la sostenibilidad en la región.
A pesar del progreso en áreas como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el aumento de la energía renovable, el informe encontró que el estado general del entorno de Europa “no es bueno”.
Funcionarios de la UE dijeron que el informe era un marcado recordatorio de la importancia de mantener y fortalecer las políticas y ambiciones verdes.
“Retrasar o posponer nuestros objetivos climáticos solo aumentaría los costos, profundizaría las desigualdades y debilitaría nuestra resiliencia”, dijo Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea por “una transición limpia, justa y competitiva”. Ella dijo que proteger la naturaleza era una inversión en competitividad y el bienestar de las personas en Europa.
Biodiversidad y disminución del ecosistema establecido para continuar
Los patrones de producción y consumo insostenibles impulsados por el sistema alimentario están conduciendo a una disminución de la biodiversidad a través de la tierra y el agua en Europa. Se estima que el 80% de los hábitats protegidos están en un estado pobre o malo, y el 60-70% de los suelos se degradan.
Esta tendencia a la baja está en camino de continuar, y el informe indica que era poco probable que se cumplieran los objetivos de restauración de la naturaleza de la UE para 2030.
Los recursos hídricos en la Unión Europea también están bajo “presión severa”, con un estrés hídrico que actualmente afecta a aproximadamente un tercio de Europa y solo el 37% de los cuerpos de agua superficial que mantienen un estado ecológico positivo. La agricultura fue responsable de gran parte de esta degradación, con fertilizantes y pesticidas que afectan la calidad del agua y provocaron una pérdida de vida acuática.
El “sumidero de carbono” de la Unión Europea también ha disminuido en aproximadamente un 30% en la última década debido a factores como la tala de árboles más frecuente y generalizada, los incendios forestales intensos y las sequías.
Los sumideros de carbono, como los bosques y los océanos, son importantes en la lucha contra el cambio climático a medida que extraen dióxido de carbono de la atmósfera.
Cambio climático un desafío urgente
Los impactos del cambio climático acelerado siguen siendo un “desafío urgente”, según el informe.
Europa es el continente más rápido en el planeta, con temperaturas que aumentan al doble de la tasa promedio global. En medio de las olas de calor récord este verano, países de todo el continente lucharon contra incendios forestales intensos, que quemaron más de 1 millón de hectáreas (2.4 millones de acres) de tierra.
Aunque Europa ha avanzado en la reducción de los gases de efecto invernadero en un 37% en comparación con 1990 y duplicando la energía renovable en la generación de electricidad, las emisiones de transporte solo se han reducido marginalmente. Gran parte del sector sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles.
Las reducciones han estado igualmente limitadas en la agricultura, lo que aporta el 93% de las emisiones de aire de amoníaco de la Unión Europea y es la mayor causa de deterioro de los polinizadores y degradación del suelo.
Proteger la clave de la naturaleza para la economía y la seguridad
El informe enfatiza que los recursos naturales proporcionan la base de la prosperidad económica de Europa, con cerca de las tres cuartas partes de las empresas que “dependen críticamente” de los servicios de los ecosistemas, como el suministro de agua y los suelos saludables.
“Necesitamos repensar el vínculo entre el medio ambiente y la economía y analizar la protección de la naturaleza como una inversión, no como un costo”, dijo Jessika Roswall, la Comisionada de Medio Ambiente, Resiliencia de Agua de la UE y una economía circular competitiva. “La naturaleza saludable es la base de una sociedad saludable, una economía competitiva y un mundo resistente”.
El informe encontró que la descarbonización de la economía, cambiando hacia una economía circular baja en desechos, reduciendo la contaminación y la gestión más responsable de los recursos naturales se necesita con urgencia. Protección de la naturaleza también ayudará a garantizar aspectos vitales del bienestar europeo, como la seguridad alimentaria y el agua potable.
Los empleos verdes, la innovación y las finanzas sostenibles se destacaron como formas potenciales de asegurar el progreso y los motivos para el optimismo. El informe encontró que una mayor inversión en la transformación verde de la industria podría llevar a que Europa se convierta en un líder mundial en el desarrollo de tecnologías para descarbonizar industrias altamente contaminantes como el acero y el cemento.
Editado por: Tamsin Walker