Interpol busca a Tony Janzen Valverde Victoriano, un ciudadano peruano de 20 años, el supuesto narco detrás del triple crimen / INTERPOL
El triple femicidio en Florencio Varela sigue estremeciendo al país. La brutalidad con la que fueron asesinadas Brenda Loreley Del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) destapó un entramado criminal con tintes mafiosos y dejó al descubierto la figura de un joven líder narco que, con apenas 20 años, es señalado como el cerebro detrás de la masacre despiadada: Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”.
La Justicia ordenó su captura nacional e internacional, y la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió una notificación roja para alertar a las fuerzas de seguridad de 196 países. En el documento difundido se lo acusa de ser el autor intelectual del triple homicidio agravado por alevosía, ensañamiento, concurso premeditado de varias personas y por mediar violencia de género. Valverde Victoriano, oriundo de La Libertad, Perú, ya contaba con antecedentes en su país.
Según confirmaron fuentes judiciales, construyó poder dentro de una red narco y decidió consolidar su liderazgo “disciplinando” a quienes lo rodeaban con un acto de crueldad extrema. Lo que resulta más escalofriante es que, según la investigación, “Pequeño J” transmitió en vivo por redes sociales parte de las torturas a las tres víctimas, como forma de mostrar a sus seguidores lo que le sucede “a quien se atreve a traicionarlo o robarle”. Se estima que entre 40 y 45 personas habrían presenciado esas imágenes en tiempo real.
La identidad del prófugo emergió de los dichos extraoficiales de los primeros detenidos y de un testigo clave que aportó información precisa, entre ellos un número de teléfono que utilizaba. Con esos datos, los fiscales Adrián Arribas y Lorena Pecorelli ordenaron la triangulación de antenas de telefonía celular. El análisis reveló que Valverde se reunió antes y después del crimen con Matías Ozorio, un argentino de 28 años considerado su ladero, quien también tiene pedido de captura internacional.
Los investigadores allanaron un complejo habitacional en La Matanza, donde solía dormir el sospechoso. Aunque no estaba en el lugar, se incautó una pistola con 50 municiones, comprobantes de transferencias de dinero a Perú, un DNI sin foto y un pantalón con manchas de sangre que será peritado para determinar si corresponde a las víctimas. Una vecina entregó además una pala, un pico y un parlante que otro miembro de la banda le había pedido guardar, lo que refuerza la hipótesis de la planificación previa del entierro. Los investigadores creen que el líder narco busca escapar del país utilizando documentación falsa.